El
Libro de los Cinco Anillos
Manuscrito del fuego
Por Miyamoto Musashi.
Cuando has comprendido el Camino de
la Estrategia, no existe una sola cosa
que no seas capaz de comprender
Desintegración.
La desintegración le llega a todas las cosas. Cuando una casa,
una persona, o un adversario se derrumba, se desmorona saliendo del
ritmo del tiempo.
En el arte de la guerra en sentido amplio, también es esencial
encontrar el ritmo de los
adversarios a medida que lo pierden, y perseguirlos para que no se
abra ninguna brecha. Si dejas pasar los momentos vulnerables, existe
la posibilidad de un contraataque.
En el arte individual de la guerra, también sucede que un adversario
pierda el ritmo en el combate y empiece a derrumbarse. Si no aprovechar
esta oportunidad, el adversario se
recobrará y empezará a presentarte dificultades. Es
esencial seguir con atención cualquier pérdida de posición
por parte de tu contrincante, para impedirle que se recupere.
Mover las sombras.
"Mover las sombras" es algo que puedes hacer cuando no eres
capaz de distinguir lo
que tus adversarios están pensando. Cuando no puedes ver el
estado de tus contrincantes,
aparenta un poderoso ataque para ver qué hará el enemigo.
Parar las sombras.
"Parar las sombras" es lo que haces cuando puede percibirse
las intenciones agresivas del adversario hacia tí. En el arte
la guerra en sentido amplio, esto quiere decir detener la acción
del enemigo en el mismo punto de su arranque. Si muestras a los
contrincantes contundentemente cómo controlas la ventaja, cambiarán
sus intenciones paralizados por esta fuerza. Cambia tu también
su actitud hacia una mente vacía, y desde ella toma la iniciativa;
es desde aquí desde donde puedes ganar.
Asimismo, en el arte individual de la guerra, te aprovechas de un
ritmo ventajoso para atajar la fuerte determinación de la motivación
del contrario; después encuentra la ventaja para ganar en el
momento de la pausa y toma la iniciativa. Esto requiere mucha práctica.
Contagio.
En todas partes hay contagio. Incluso el sueño y el bostezo
pueden ser contagiosos.
También existe el contagio del ritmo temporal. En el arte de
la guerra en sentido amplio, cuando los adversarios están agitados
y con toda evidencia tienen prisa por actuar,compórtate como
si fueras totalmente indiferente, aparentando estar muy relajado y
confortable. Si lo haces, los contrarios, influenciados por este estado
de ánimo, perderán su entusiasmo inicial.
Cuando creas que los contrincantes han "captado" estado
de ánimo, vacía tu mente y actúa rápida
y firmemente, para ganar la ventaja conquistada. También en
el arte individual
de la guerra, es esencial está relajado en cuerpo y mente,
darse cuenta del momento en el que el contrincante se descuida, y
tomar con celeridad la iniciativa para ganar.
Distraer la atención seduciendo.
También existe algo llamado " distraer seduciendo "
que es parecido al " contagio ".
Un estado de ánimo que distraer la atención es el aburrimiento.
Otro es la agitación. Otro la
pusilanimidad. Dominar cualquiera de ellos requiere práctica.
Desconcierto.
El " desconcierto " sucede de muchas maneras. A veces ocurre
con el sentimiento de estar sometido a una gran presión. Otras,
porque la presión es desmesurada. Un tercer caso ocurre con
el sentimiento de sorpresa ante lo inesperado.
En el arte de la guerra a gran escala, es fundamental causar desconcierto.
Es esencial atacar resueltamente cuando los enemigos no se lo esperan;
después, cuando sus mentes
tan agitadas, utiliza este hecho en tu favor para tomar la iniciativa
y ganar.
En el combate individual, muéstrate primero relajado, y después
entra de repente a la
carga con fuerza; cuando la mente del contrincante cambie de táctica,
es esencial que sigas atentamente lo que hace, no dándole respiro
un solo momento, percibiendo la ventaja del momento y juzgando exactamente
entonces como ganar.
Susto.
Existe el susto en toda clase de situaciones. Surge así la
mente asustada por lo
inesperado. Si puedes captar el momento del susto, puedes aprovecharte
de este para vencer.
Adherirse estrechamente
" Adherirse estrechamente " significa pegarse a un contrincante,
cuando estás luchando a poca distancia y observas que no te
está yendo bien. El punto esencial es
aprovecharse de las oportunidades de ganar incluso cuando estás
luchando codo a codo.
Atacar los flancos
" Atacar los flancos " significa que cuando empujas algo
con fuerza, difícilmente cede
por las buenas. En el arte de las grandes batallas, observa a las
tropas enemigas; cuando ha
avanzado una oleada, ataca el flanco de este potente frente y obtendrás
la superioridad.
Cuando se derrumba el flanco, todo el mundo tiene la impresión
de desmoronamiento.
Pero incluso cuando se están desmoronando los flancos, es esencial
darse cuenta de cuando cada uno de ellos está presto a derrumbarse,
y sentir cómo vencerlos.
También en el arte individual de la guerra, cuando infringes
una herida a una parte del
cuerpo, cada vez que el adversario hace un movimiento agresivo, su
cuerpo se debilita poco a poco hasta que está listo para derrumbarse,
y entonces es fácil vencerle.
Es fundamental estudiar cuidadosamente todo esto para discernir el
momento en que puedes ganar.
Confundir .
Confundir a los contrincantes significa actuar de tal manera que les
impida mantener la mente en calma.
En el arte de las grandes pantallas, significa valorar las mentes
de los adversarios en el campo de batalla, y servirte del poder de
tu conocimiento del arte de la guerra para manipular su atención,
confundiendo sus pensamientos ac erca de lo que vas a hacer; esto
quiere decir encontrar un ritmo que aturda a los enemigos, discerniendo
con precisión cuál es el momento de ganarles.
También en el arte individual de la guerra, intenta varias
maniobras según la oportunidad del momento, haciendo pensar
al contrincante que ahora vas a hacer esto, después lo otro,
y a continuación algo distinto, hasta que veas que empieza
a estar desconcertado, y así ganar a voluntad. Esta es la esencia
de la batalla.
Aplastar
" Aplastar " exige un estado de ánimo de aniquilamiento,
como cuando ves débil a un
adversario y te creces entonces para vencerle.
En el arte de las grandes batallas, estos significa despreciar a los
enemigos cuando su número es pequeño; o incluso si son
muchos, concentrar tu fuerza en aplastarlos, si estando desmoralizados
y debilitados, poniéndolos en situación de inferioridad.
Si tú " aplastamiento " es débil, puede volverse
contra ti. Tienes que sabe distinguir cuidadosamente cuando estás
en pleno control de ti mismo en el momento de atacar para aplastar.
También en el arte individual de la guerra, cuando tú
contrincante no está tan entrenado como tú, o cuando
su ritmo disminuye, o cuando empieza a retroceder, es esencial no
dejarle que tome aliento, ni concederle siquiera el tiempo de pestañear:
abátele inmediatamente.
Lo más importante es no dejarle recuperarse. Todo esto ha de
ser estudiado cuidadosamente.
Cambiar la montaña y el mar
" Montaña y mar " significa que es perjudicial hacer
lo mismo una otra vez. Puedes repetir algo una vez, pero no hacerlo
una tercera.
Cuando intentas algo en un adversario, si no funciona la primera vez,
no obtendrás ningún beneficio apresurándote en
hacerlo de nuevo. Cambia abruptamente tu táctica, haciendo
algo completamente diferente. Si esto tampoco funciona, prueba entonces
algo distinto.
Así pues, la ciencia del arte de la guerra implica la presencia
de la mente para " actuar como el mar, cuando el enemigo es como
una montaña, y actuar como una montaña, cuando el enemigo
es como un mar ".
Esto exige una atenta reflexión.
Eliminar el corazón
Cuando luchas con un enemigo y parece que estás ganando por
tu habilidad en esta ciencia, el adversario quizás todavía
mantenga la esperanza y, aunque aparentemente
derrotado, se niegue a reconocer internamente la derrota. " Eliminar
el corazón " se aplica en estos casos.
Esto significa cambiar repentinamente de actitud, para hacer que el
enemigo vez de mantener esa idea; lo principal en este caso es observar
cómo se siente derrotado desde el fondo de su corazón.
Puedes " eliminar el corazón " (La Esperanza) de
la gente con armas, con tu cuerpo, o con tu mente. Esto no ha de entenderse
de una sola manera.
Cuando tus enemigos han perdido completamente el corazón (la
esperanza), ya no tienes que prestarles atención nunca más.
En otro caso, manténte alerta. Si los enemigos conservan aún
sus ambiciones, difícilmente sucumbirán.
Renovarse
Cuando luchas con enemigos, si sientes que estás estancado
y no progresas, arroja fuera tu estado de ánimo y piensa que
estás empezando todo de nuevo. A medida que te
hagas con este ritmo, discierne cuando ganar. Esto es "renovarse
".
En cualquier ocasión en que sientes que se está produciendo
tensión y fricción entre
tú y los demás, si cambias tu mente en ese preciso instante,
puedes vencer con una clara
ventaja. Esto es " renovarse ".
En el arte de la guerra a gran escala es esencial entender que significa
" renovarse ".
Es algo que aparece de repente mediante el poder del conocimiento
el arte de la
guerra.
Esto debe ser atentamente considerado.
Grande y pequeño
Cuando estás luchando contra algún enemigo y te sientes
atrapado en pequeña
maniobras, recuerda esta ley del arte de la Guerra: en medio de los
detalles, cambia
súbitamente a una vasta perspectiva.
Cambiar a lo grande o a lo pequeño es una parte voluntaria
de la ciencia del arte de la
guerra. Es esencial para los guerreros intentar hacerlo también
en la conciencia ordinaria de
la vida humana.
Un jefe que conoce a los soldados.
" Un jefe que conoce a los soldados " es un método
practicado siempre en tiempos de
conflicto, tras haber alcanzado la maestría a la que uno aspira:
habiendo logrado el poder del
conocimiento del arte de la guerra, piensa en los adversarios como
en tus propios soldados,
sabiendo que puedes ordenarles lo que desees y manejarles con libertad..
Tú eres el jefe, los
adversarios son las tropas. Esto requiere práctica.
Ser como un muro de roca.
" Ser como un muro de roca " ocurre cuando un maestro del
arte de la guerra se
vuelve de repente como un muro de roca, inaccesible a cualquier cosa
y completamente
inamovible.
Sobre el libro de los Cinco Anillos y Miyamoto Musashi
De acuerdo con sus propios escritos, Musashi comenzó a comprender
el Camino de la
Estrategia cuando alcanzó los 50 años de edad. Junto
con su hijo adoptivo Iori, un huérfano
que había encontrado en sus viajes, se asentó en Ogura
en el año 1634. No volvió a salir
nunca de la isla de Kyushu.
Tras seis años en Ogura, Musashi fué invitado a pasar
un tiempo como huésped de
Hosokawa Churi, señor del castillo de Kumamoto. Pasó
algunos años con Lord Churi, tiempo
durante el cual se dedicó a enseñar y a pintar. En 1643
se retiró para llevar una vida de
ermitaño en la cueva de Reigendo, lugar donde escribió
el "Libro de los Cinco Anillos", el cual
dedicó a su pupilo Teruo Magonojo. Terminó de escribir
el libro unas semanas antes de su
muerte, el 19 de mayo de 1645.
Musashi es conocido en Japón como "Kinsei", que significa
algo así como "Sacerdote de la Espada". El Libro
de los Cinco Anillos encabeza cualquier bibliografía sobre
Kendo, y
resulta único entre todos los libros sobre artes marciales,
en el sentido de que trata la estrategia de guerra a gran escala exactamente
de la misma forma que el combate
individual.
El libro no es una tesis sobre estrategia, sino, usando las palabras
del propio Musashi:
"una guía para aquellos que desean aprender acerca de
la estrategia".. Como tal guía, sus contenidos siempre
están más allá de lo que los estudiantes son
capaces de percibir.
Cuanto más se lee el libro, más se encuentra en sus
páginas. Se trata, de alguna
manera, de "la última voluntad" de Musashi, la llave
para abrir el sendero que él había recorrido. Al igual
que otros ronin de la época, Musashi podría haber fundado
una escuela
cuando rondaba la treintena, siendo ya famoso y respetado, y haberse
dedicado a disfrutar del éxito.
Sin embargo, la opción que siguió fue la de continuar
en solitario con su estudio, tal y como había hecho hasta entonces.
Incluso en sus últimos años, abandonó la vida
confortable
que disfrutaba en el castillo de Kumamoto, y vivió dos años
más en una cueva, en soledad, y dedicado a la contemplación
y a escribir lo que había aprendido.
Escribió que "cuando has comprendido el Camino de la Estrategia,
no existe una sola cosa que no seas capaz de comprender", y "puedes
ver el Camino en todas las cosas". De hecho, se convirtió
en un maestro en casi todas las artes y artesanías. Realizó
obras
maestras de pintura en tinta, posiblem ente más valoradas que
las de cualquier otro pintor.
Fue un experto en el arte de la caligrafía, realizó
esculturas en madera, trabajos en metal, e incluso fundó una
escuela de artesanos "Tsuba" (las empuñaduras labradas
de las espadas).
También se dice que escribió poemas y canciones, aunque
ninguno de éstos se ha conservado en la actualidad. Su obras
estaban firmadas habitualmente con su sello
"Musashi", y también con el sobrenombre de "Niten".
Niten significa "dos cielos" y es el nombre que dió
a su "escuela" de estrategia. Tal y como escribió:
"estudia los Caminos de
todas las profesiones". Y evidentemente fue el primero en seguir
su propio consejo.
Musashi escribió sobre los diversos aspectos del Kendo (arte
marcial de manejo de la
espada), de tal forma que cada uno puede estudiar según su
nivel. Un principiante puede
sacar provecho a nivel de principiante, así como un experto
puede captar sutilezas a nivel experto.
Su obra no se aplica solo a la estrategia militar, sino a cualquier
situación en la cual es necesario usar de la táctica.
Los hombres de negocios japoneses usan el "Libro de los Cinco
Anillos" como un manual de gestión empresarial, desarrollando
campañas de ventas tal y como si fuesen operaciones militares.
Y que funcione bien o no, depende simplemente de lo bien que se hayan
comprendido los Principios de la Estrategia.