GURDJIEFF ARGENTINA

Enfrenta Todo Como Un Reto

Carlos Matchelajovic 3-9-89



 

Esta es una tarea formulada como nunca lo hemos hecho, para llevar al tapete un tema que va a estar en las Tablas de la ley mañana. Difícil, las palabras son sencillas: ENFRENTA TODO COMO UN RETO.

Soy bastante pasivo, a pesar de toda mi actividad, pero me suceden las cosas, como dicen los libros, reacciono y muchas veces me quejo. Aquí en todos hay una secreta queja, que no manifiesta pero que está al acecho interiormente. Para animar el espíritu de Uds. un poquito voy a dividir a la humanidad en dos partes: unos son los “quejereros” y otros son los guerreros. Lo ideal sería un guerrero. Y yo me quejo y después me adapto y me resigno, pero esa no es una vida digna. Como me resigno a la muerte, pero esto es como dice Gurdjieff un poco drásticamente: “Reventar como un perro”. O tomar la muerte como un reto y entonces hay una posibilidad de una muerte honorable o digna.

Es muy poco conocido el aspecto de un gran guerrero en la música, que es Beethoven: era un gran guerrero. Cuando se dio cuenta del comienzo de la degeneración de su oído, acepto el reto y comenzó a retar esta enfermedad y si Uds. se dan cuenta, el apenas había creado la primera mitad de sus obras, sus dos sinfonías primeras; y desde la mitad de la cuarta hasta la novena, los últimos cuartetos, una de las obras más transparentes y trascendentes que hay en la música, aunque se conoce poco y las últimas sonatas, todo esto no hubiera aparecido si él no hubiera sido un guerrero. Cuando se dio cuenta de esto dijo: “ hay que poner las manos en las fauces del destino”. El aceptó el reto, y el mundo ha sido enriquecido por toda esa producción.

El más grande reto es en realidad la vida misma. Yo, como soy pensado, como soy sentido, como soy movido; movido por los reflejos condicionados, pensado por mis asociaciones, sentido por las incesantes pequeñas o más altas olas de mi excitación emocional, positiva o negativamente, porque hay muy pocas emociones que realmente vienen de la profundidad de mi océano. Soy vivido, pero hay otra actitud: QUE YO PUEDO VIVIR MI VIDA COMO UN RETO. Hay un gran reto kármico: todos tenemos deudas kármicas, deudas de otras vidas. “Perdónanos nuestra deudas”, dice la oración del Señor. Deudas, deudas con la vida, con mis padres, hasta con mis antepasados, pero no las tomo como un reto, sino que las cosas se suceden y como no hay suficientemente el desarrollo de los deberes del ser, en los cuales insiste tanto Gurdjieff, entonces la vida se vive o uno es vivido por las circunstancias, por el ambiente, por los factores hereditarios, etc. Yo puedo tener factores hereditarios adversos, en el caso extremo son niños retardados, mogólicos, y todos tenemos esta posibilidad, porque el momento más importante cuando comienza mi vida es el momento de la concepción, de mi inmaculada concepción, porque puede ser maculada, por ejemplo: en el momento cuando mis padres se han unido en este acto y entonces depende si por ejemplo había una negatividad en este acto, si pensaban en otra cosa, o si había algo armónico en los padres en este momento, no negativo, esto es como algo le es dado a mi semilla en ese momento, es concebido y sellada, y así tengo que ser y no puedo escapar a esto, así va a ser mi forma. Hay un juego dentro de esta limitación, entonces es muy importante no quejarme, porque esto ha sido destinado para mi, y hay rasgos o huellas que están en mi vida y me quejo por circunstancias que están fuera de mi poder, hay toda una historia personal intrauterina. Por eso es tan importante como se mueven las madres pero eso ya está y yo no tengo influencia sobre esto, eso es mi karma. Y eso produce mi deuda o mi capital. Es importante que pueda tomar mi vida como un reto y no como una queja con una inmanente oculta disatisfacción, como aquí veo algunas caras que ya tienen fuertemente el sello de una disatisfacción interior. Espero que algunos se sientan por aludidos. Disatisfacción. La vida es para celebrarla, para llegar realmente a las capacidades potenciales del hombre que él no conoce pero que el Trabajo le puede dar.

Hay otro gran reto. En un lado de la divisoria de aguas, están los que toman la vida, viven la vida, son vividos, así como las circunstancias se dan y los otros tratan de trabajar sobre sí mismos, sobre su propia perfección -no quiero decir mejora, porque la auto-mejora normalmente es una camuflada vanidad- sino que trabajan sobre sí mismos, que tienen una sadhana, como dicen los hindúes, una disciplina. Eso puede estar en cualquier parte interior de cualquier religión auténtica, no la parte de la fachada así como también en nuestro Trabajo. Siempre que sea auténtico trabajo sobre sí mismo, que esté conectado con la idea de conocerse a sí mismo. Para conocerse hay que estudiarse y eso lo hacemos muy poco. Observamos, con fallas, con una observación no imparcial, con una observación manchada por el analisis, porque me gusta-no me gusta, y esto no lo quieren ver. Tal vez con el tiempo algunos se han dado cuenta, qué difícil es la pura observación espontánea, imparcial, el ver qué es realmente y no interpretarlo. Eso lleva al conocimiento de mí mismo con el tiempo, cada uno hasta donde puede llegar, y el conocimiento de mi mismo es el único conocimiento eseral auténtico que puede ayudar a que crezca mi esencia y a que el hombre realmente conozca a Dios. Todos pretenden conocer su dios, que siempre llamo –perdónenme la frivolidad- mi dios personalísimo, antropomórfico, es decir bajado al nivel de mi forma…. Pero eso es otro tema, el tema de la verdadera oración es difícil, muy difícil. Pero si tomo este Trabajo como un reto ahora, puedo salir de esta actitud de colegio primario, secundario, etc., donde siempre “tengo que hacer”, o que mis padres mi inculcaron: tengo que hacer esto, tengo que… Ese “tengo que” es como un símbolo, un hombre creado por la cibernética que está dentro, impulsando: Tengo que, tengo que… En este sentido somos muy impulsados if there´s a drive. Este es el reto, para tomar mi vida en la mano y darle un significado, un significado a través del Método y a través de la Enseñanza, sea nuestra Enseñanza o las grandes enseñanzas religiosas, que en realidad se llama el Dharma, este Dharma o Dhama de los budistas, son las leyes de la existencia y del mantenimiento del mundo. Es un reto conocer conocerlas realmente. Estoy contento si conozco más o menos las leyes para el tránsito y estas cosas, pero hay leyes eternas y esa es una parte del juego de la vida, ahí cabe la idea que todos hasta cierto punto tenemos que cumplir y cumplimos; que el Cristo dice que ha venido no para destruir la ley sino para cumplir la ley. Dar al César lo que es del César. El Trabajo realmente es un reto y no es que se llega al punto de ser arrastrado por la influencia del grupo, del instructor, o de los libros, sino que yo acepto el reto. El reto de trabajar sobre mi mismo y de llegar a otro conocimiento más profundo, a la METANOIA del Señor Cristo al cambiar el pensamiento, según el Señor Cristo, para que el Trabajo, las ideas del Trabajo, puedan realmente entrar como un nuevo vino en nuevos odres. Yo puse una vez en las Tablas: el Trabajo es como un nuevo vino, que tiene un espíritu adentro del vino. Pero ¿Dónde están mis nuevos odres? Siempre los pongo en mis puntos de vista, en mis opiniones, en mi pequeño mundo, en mis pequeños intereses y no veo que los nuevos odres pueden ser algo precioso, algo inmensamente grande, por eso es un reto; el reto de no permitir que todo caiga, lo nuevo, incluyendo esas palabras que les hablo los domingos, que no caigan en los viejos odres, en los carriles de siempre, por un momento se entusiasman y dicen : - “oh, muy lindo, muy profundo lo que dice Carlos”- pero si no está detrás de mí, el reto por el cual realmente active estas nuevas ideas, entonces no hay ningún catalizador que active el proceso en mí, para llegar a otro nivel.

A pesar de todo no es seguro que estemos suficientemente conscientes de la existencia de distintos niveles de ser y de conciencia. Se ha leido esto en el libro de Ouspensky, uno, dos, tres, cuatro, pero ¿Cómo es en la práctica? El gran reto es, de no confundir la actividad cerebral con la conciencia de sí mismo. Eso lo veo constantemente cuando piensan: -yo tendría que leer, tengo interés en ciertos libros, estos libros que han sido escritos con la parte cerebral, emocional de ciertas partes,- pero no están escritos por personas que tienen conciencia de sí mismos. Para el Trabajo, eso es otra vez una divisoria de aguas. Es increíble como grandes profesores, científicos, filósofos , psicólogos, etc. , -no podemos ponerlos en la categoría de gente con una conciencia de sí mismo.- Esta conciencia de mi mismo tiene una expansión de mi conciencia. Me reto de no quedarme en un solo centro, me reto de no quedarme en dos centros, me reto que ¡por fin! Cómo puedo buscar momentos de estar con los tres centros en dirección de un despertarme a mí mismo. No sé si les he contado una anécdota: estuve en una conferencia filosófica con un profesor invitado, que era muy conocido en una época, alemán, que dio una conferencia en alemán, yo estaba sentado allí y no entendía nada, porque estaba fascinado con este hombre que hacía constantemente movimientos nerviosos de los pies y ¡ahí estaba hablando grandes sabidurías! El mundo está interesado en esto, pero yo estoy interesado en un hombre que tiene un mínimo de conciencia de sí mismo, y eso mismo lo pueden aplicar a los artistas, con grandes nombres que vienen a tocar en el teatro Colón, pero la conciencia de sí mismo es el gran reto al cual debemos llegar, eso no me lo van a regalar, no me lo van a dar por asistir a los grupos diez años, veinte años, es un proceso que acepta el reto de trabajar con un esfuerzo sin forzar , effortless, es decir: aceptar el reto que ese proceso tiene que ser catalizado, pero no forzado, no manipulado; muchos creen todavía que hay ciertos trucos en la manipulación. Los trucos no andan, eso es para la gente que quiere dormirse bien en la meditación trascendental, o esas cosas que buscan los sidhis: la levitación. El Trabajo es duro, por eso necesito responder a este reto. El hombre no responde donde está identificado, pero ahí viene la gran diferencia. Todos los que participan en un campeonato, olimpíadas, etc. y cuando no se aburren como Maradona, siguen ahí y para ellos es este reto de la identificación y así llegan a medallas, y grandes sumas de dinero, etc.

Es otro reto, un reto de mi ser, necesito un reto eseral. Que mi ser esté involucrado en esto; tengo que tratar de retarme a mí mismo sin identificación. Es muy difícil darse cuenta realmente de la gran envergadura de la identificación, del sueño, de Maya, de la ilusión y de la identificación consigo mismo y con su imagen. Algo ya sabemos que cuando uno está enojado, está identificado. Pero hay identificaciones mucho más sutiles. Como está identificado con su familia por ejemplo, es increíble. En lugar de una relación de pareja, con la opinión de los otros de la cual somos tan independientes, porque cada uno quiere quedar bien frente a la opinión de los demás. Nadie quiere ser “un enfant terrible”. Esa es una gran dependencia, es un gran acondicionamiento, y no es digno del hombre, porque el hombre tiene la posibilidad de despertar de esta identificación poco a poco, para así desatar todo lo que está atado, y quedarse también en el Cielo desatado como dice el Evangelio: “Lo que está atado en la tierra va a quedarse atado en el Cielo”.

En ese sentido hay que retarse constantemente, retarse. No sé si es una buena palabra reto: en realidad pienso en la palabra “challenge”, ¿es la palabra correspondiente? Reto, desafío. Entonces quedamos con el reto, aunque no sea cien por ciento correcto.

Retar mi deseo de trabajar, porque está dicho en Perspectivas: “trabajar no es tan difícil, sino DESEO de trabajar”. Apoyar mi deseo de trabajar, que no es igual a mi deseo de asistir al grupo porque hay sueños muy peligrosos, tan peligroso como el sueño de los agentes públicos. El sueño dentro del Trabajo: uno se acostumbra a leer los libros y piensa que ya lo tiene y después comienza a arrullarse y poco a poco está en un sueño. Por costumbre, por adhesión, por simpatía, se queda y se queda pero esa no es la actitud del guerrero; el guerrero no es el guerrero militar o guerrillero, sino que el guerrero es justamente él con el reto de estar constantemente al acecho, para ver si el hipnotismo de la vida quiere infiltrarse y que sus emociones y sus funciones no lo tomen, porque no soy mis funciones, y tengo muy pocas posibilidades de elegir mi pensamiento. Mis pensamientos me suceden y se conectan rápidamente con unas asociaciones ya pre-grabadas y según esto reacciono, pero YO PENSANDO es una gran cosa. Y para mí, personalmente, esto de hablar a Uds. es un reto también, es un reto de no hablar desde el centro formatorio, no repetir desde los libros sino conectar las ideas con otra clase de asociaciones, asociaciones más voluntarias y de otro orden. Y así puede uno poco a poco, influenciar su vida en forma distinta, que hay alguien que está retando y alguien que acepta que la vida no es solamente para comodidad, para gozar, para “felicidad”. Siempre he hablado que la felicidad, en realidad pertenece a la añadidura, es dado cuando uno realmente busca “el Reino de Dios y su justicia”. Nosotros quisiéramos la añadidura y ya con esto estamos contentos, pero eso es un sueño. Uds. ven la felicidad, el sueño de la edad de oro que existe en todas las culturas y civilizaciones. Anteriormente siempre había una edad de oro, se puede leer en los libros de Elíade, Campbell. No es esto. Sino que también hay que retar esto, es decir de no aceptar, una, -para llamarlo así- una efímera felicidad, un estado de estar contento: -¡ahora, me siento muy bien, muy bien! Después del retiro de los ocho días, y después de las reuniones,- sino que algo pueda quedar en mí, que va más en la dirección que poco a poco entre una alegría de vida, una gratitud de vida, hasta esto hay que retar, porque muy fácilmente me roban esto los centros, mi historia personal, mis partes negativas que se han mantenido a pesar de todo, que no se han conformado. Esta alegría de vida es increíble, pero hay que retarla porque está amenazada constantemente, hay que tratar de que sea posible.

Es increíble como el hombre es pasivo frente a sus potencialidades. Las potencialidades son retadas en la profesión, o por una identificación de cruzar el Pacífico en una balsa, o ir en una canoa alrededor del mundo, o ir al polo norte a pie, pero estos son retos de una gran identificación con la parte heroica en mí, cada uno tiene la parte heroica. Es más que heroico cuando reto en mí esta parte que quiere quedarse en el olvido de mí mismo. Y cuando reto esta parte hay una posibilidad que realmente comience a recordarme de mi mismo. Es el eje sagrado del Trabajo, pero nos olvidamos, por las olas, el surf de la identificación es tan grande que somos tomados y pocos momentos quedan, pero eso puedo aumentarlo, entrenándome. Eso me puede ayudar cuando vienen circunstancias adversas, enfermedades, me quejo y estoy descontento o tengo una gran pérdidad económica, o una separación de pareja o la muerte de un ser querido; pero si todo esto pudiéramos tomarlo como un reto, sería muy diferente. En lugar de quejarme o resignarme, tomo esto como algo que pertenece a la vida, y la vida tiene todo esto. No es que el hombre siempre tiene que estar sano, es una cosa muy buena pero no está escrito para cada uno o que uno siempre tiene que ser rico, sino que la vida es la dos cosas.

Hay una constante amenaza por parte de los centros, una pasividad, una flojera, una parte inerte. Se introduce artificialmente la idea que el hombre debe tener sensación en el cuerpo, pero cuando vemos nuestra vida ¡qué difícil es mantener sensación en el movimiento, hasta en los Movimientos! Se ve enseguida cuando una persona tiene movimientos acondicionados o reflejos condicionados, aunque sea solamente un pequeño movimiento de brazos, o que acepta el reto que el hombre puede tener un movimiento sentido; sentido en la sensación. Las emociones también, estoy acostumbrado que me sucedan las emociones, los estados anímicos, ahí está la posibilidad del reto, que no soy un corcho en el océano de la vida, que es movido por cada ráfaga, por cada oleaje, sino que me convierto, como dije a veces en un navegante que va contra el viento, barloventeando o que va cruzando las olas, todas esas cosas que un buen navegante debe saber. Fíjense qué distinta sería la vida si yo fuera mi propio navegante y no ser tomado, por las olas de los estados de ánimo. Hemos hablado en otra oportunidad que el día era muy diáfano, hablemos del: open sky, cielo abierto, para sentirlo ahora tengo un cielo interior también y tenerlo abierto y no constantemente nublado por las emociones ¡Qué diferente sería! Ahí puede entrar la verdadera alegría, puedo salir de mi auto-dramatismo, y de mi auto-sufrimiento. Así también la mente. Un buen científico, un buen filósofo o un buen artista también busca este nuevo pensamiento si no está manchado por el esteticismo. Pero tengo muy poco de un pensamiento activo eseral, como dice Gurdjieff, un pensamiento activo eseral, porque me entrego demasiado fácilmente a las asociaciones. Estos científicos, filósofos, artistas, y grandes estrategas tal vez, ellos tienen para su fin debido a una identificación por gran parte la posibilidad de elaborar cosas muy complicadas. Para introducir mi vida activamente, necesito alguien que me esté constantemente retando. En realidad tiene relación con esto que dice que el Trabajo es contra la naturaleza, es decir, contra la corriente; eso es un reto. Pero como me gusta tanto ir con la corriente, me resulta mucho más fácil. Esto no es una cosa hostil, sino que es un cambio de dirección, que estoy retando a la corriente que me quiere llevar en esta dirección más fácil, y yo no quiero ir en la dirección del manantial, de la fuente. Bueno, ya están preparados para las Tablas de la ley.

 

Carlos Matchelajovic

 

 


 

Informes y entrevistas al teléfono: (11) 4545-1065 - E-mail: arca1990hoy@yahoo.com.ar