EL TEATRO DE SOMBRAS DE INDONESIA
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Larga tradición en Asia, es un interesante mundo de fantasía, donde se funden atractivas leyendas y tradiciones religiosas. La fundación ”la Caixa” y Fundação Oriente, de Lisboa, presentan ahora en España un valioso conjunto de figuras utilizadas este tipo de representaciones.
Según una leyenda turca, en tiempos del sultán Orhan (1326-1359) vivió un herrero llamado Karagoz. Junto al albañil Hacivat, no cesaban de distraer con sus chanzas a los demás obreros, demorando sin fin la construcción de la mezquita. Encolerizado, el sultán mandó ejecutar a los dos culpables, pero pronto se arrepintió. Para enmendar el error, un siervo inventó el teatro de sombras, y así el giboso Karagoz volvió a distraer al pueblo con sus chirigotas, convertido ahora en sombra proyectada tras una pantalla.
Más que la propia Turquía, son India y China quienes se disputan la autoría del incierto nacimiento del teatro de sombras. Lo que sí se sabe es que surgió en Asia antes del siglo XII, y llegó a Europa en el siglo XVIII a través de las rutas de evangelización.
La exposición “Viaje al mundo de las sombras”, producida y organizada por la fundación catalana “la Caixa” en colaboración con la Fundação Oriente de Lisboa, reúne en Vic(Barcelona) un conjunto de sombras antiguas de extraordinario valor que forman parte de la Colección Kwok On de arte popular asiático, una de las más importantes del mundo, donada a la institución portuguesa por el sinólogo Jacques Pimpaneau.
Son unas 150 figuras antiguas que permiten conocer las figuras utilizadas en los teatros de sombras de seis países asiáticos: Turquía, China, Camboya, Tailandia, India e Indonesia. Corresponden a los siglos XVIII y XX.
Las obras expuestas forman parte de la colección donada a la Fundacao Oriente de Lisboa por el sinólogo Jacques Pimpaneau, que es uno de los comisarios de la muestra.
La exposición presentada por Pimpaneau cuenta con obras de arte realizadas con piel de animales como gacela, camello o buey que, trabajadas, reproducen figuras de héroes, dioses, animales y monstruos míticos, figuras a veces articuladas. Todo ello permite reproducir un clima de fascinación y fantasía.
Pimpaneau explicó que el origen de la palabra sombra está asociado a la muerte. El teatro de sombras es, según Pimpaneau, "sinónimo en muchos casos de religión, con un carácter chamánico que evoca a los muertos y al más allá".
En la muestra también se reflejan algunas de las epopeyas de las distintas culturas, que acabaron siendo representadas en el teatro de sombras. Las compañías asiáticas de teatro de sombras, que atribuyen un poder sagrado a las figuras participantes, solían actuar con motivo de una festividad en la que se ofrecía el espectáculo a una divinidad para pedirle comprensión, protección o un favor.
Esta técnica teatral tuvo su origen en Asia, aunque ningún documento permite atribuir con certeza su nacimiento a una cultura en particular, por lo que son varios los países que se disputan su invención. Los estilos más primitivos, en que las figuras son más estilizadas y sin articular, sólo se encuentran en la India y, si bien existen textos chinos de la dinastía song (hacia el siglo XII) que mencionan la existencia del teatro de sombras, éste surgió mucho antes, pues pertenece a una tradición principalmente oral.
El teatro de sombras llegó a Europa a finales del siglo XVIII, a través de las rutas de evangelización de los jesuitas. En 1772, Dominique Séraphin instaló su teatro de sombras en Versalles, en el que cosechó grandes éxitos. Asimismo, las compañías de funambulistas y cómicos italianas contribuyeron en gran medida a difundir este tipo de teatro por toda Europa.
La exposición Viaje al mundo de las sombras está dividida en apartados, según el país de procedencia de las sombras exhibidas: Turquía, China, Camboya y Tailandia, India e Indonesia. Este tipo de representaciones, resultado del cruce de diversas culturas, presenta infinidad de variantes y particularidades.
· Turquía.
El personaje principal es el jorobado Karagoz, dotado de un brazo más largo que el otro, que da nombre a este género teatral. El dicharachero Karagoz encarna el buen sentido y la inspiración popular, mientras que su compañero Hacivat es más conservador y filósofo. Las figuras, articuladas, están recortadas en piel de camello. Los espectáculos son cómicos y sencillos, y las figuras no requieren movimientos delicados, sino que se pelean y ejecutan divertidas piruetas. En el autoritario imperio otomano fue una ingeniosa arma de crítica.
· India.
El teatro de sombras sobrevive aún en cuatro Estados. En todos ellos se interpretan escenas extraídas de las dos grandes epopeyas indias: el Mahabharata y el Ramayana. Las figuras están elaboradas generalmente en piel de gamo, aunque también las hay de cabra. Al principio de cada representación, se ofrecen a los dioses flores, nueces de coco y arroz, y plegarias. Con el fin de garantizar el éxito de la representación.
· Camboya y Tailandia.
En ambos paises las representaciones se dividen en espectáculos de sombras grandes, llamados Nang Yai en Tailandia y Nang Shek en Camboya, en las que las figuras alcanzan el metro y medio de altura y están recortadas en piel de búfalo, y en los espectáculos de sombras pequeñas articuladas, mucho más populares, denominados en ambos países Nang Talung. Este teatro procede del antiguo reino de Srivijaya, que ocupó parte de la península malaya y Java.
· Indonesia.
Cabe distinguir entre el teatro de sombras de Java y el de Bali, puesto que el estilo de las figuras difiere de una región a otra. No obstante, en los dos se representan los episodios de las epopeyas indias. Los personajes principales son héroes o encarnaciones de dioses extraídos de estas epopeyas, El pueblo aparece representado bajo la figura del payaso.
· China.
El teatro de sombras chino es el único que incorpora decorados, mobiliario, plantas, palacios y animales, reales o fantásticos. Las figuras son de piel de camello o de buey. Al igual que en el resto de países, las representaciones tienen carácter sagrado, y los personajes representan a los seres del más allá.
Origen del teatro de sombras
Aunque existen diversas opiniones sobre el origen del teatro de sombras, y basándose en el hecho de que Asia tiene una tradición de teatro de sombras muy rica, se cree que esta forma de teatro se propagó de Asia a Occidente.
Según una historia china, el emperador Wu (140-87) se encontraba sumido en una profunda tristeza después de la desaparición de su amada esposa. Con el fin de devolverle la felicidad, un hombre chino llamado Sav - Wong le mostró la sombra de una mujer parecida a su difunta esposa en una cortina.
Otra historia dice que el teatro de sombras apareció en India en el siglo IV y a continuación se extendió a Java en el siglo V. Hoy en día, el impacto de las leyendas de India se ven en el actual teatro de sombras llamado "wayang" en Java.
En los países islámicos, se acepta el origen del teatro de sombras como procedente de Java. Se sabe que viajeros árabes fueron a la costa del sur de Asia e incluso establecieron pequeñas ciudades antes de convertirse al Islam. Desde esta perspectiva, se presume que los árabes aprendieron el teatro de sombras en Java y lo adaptaron a su cultura. Como cuestión de hecho, el famoso viajero árabe Ibni Batuta, que visitó Java en 1345, encontró varios puntos comunes entre el teatro de sombras de Java, el árabe y el turco.
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