GURDJIEFF - ARGENTINA |
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Recordando a Carlos Matchelajovic Avivar el Trabajo 25/3/90 Avivar el Trabajo significa: que al Trabajo con el tiempo o ya mismo, hay que entregarle su propia vida; no como un anexo o un apéndice de la vida cotidiana, sino su propio trabajo para que establezca los valores adecuados a este Trabajo. Cuando hablé sobre “Vida y Trabajo” en la sala de la Casa del Trabajo, tal vez no he puesto el suficiente enfasis sobre un punto que es muy necesario: el Trabajo necesita un declive frente a la vida, es decir que el Trabajo debe tener un nivel jerarquizado, y este declive puede influenciar, nutrir y sublimar la vida. Pero el Trabajo pierde esta fuerza cuando esta en la situación con la vida como los vasos comunicantes, es decir, el mismo nivel, y el Trabajo ya no puede influenciar mi vida desde más arriba porque está al mismo nivel. La pregunta entonces es: ¿es necesario avivar el Trabajo? ¿Es un Deber de Ser avivar el Trabajo? ¿Es urgente avivar el Trabajo? La necesidad es objetivamente dada, porque si no está avivado el Trabajo y no da su propia vida, adecuada a su nivel de Trabajo, entonces falta este declive y no hay una diferencia de jerarquía suficiente, y es un Deber de Ser, porque ya en los cinco Empeños Obligoluales en Belcebú, todo está mostrando este nivel en el Trabajo. ¿Cómo es en la práctica? Me encuentro constantemente en un estado de ánimo, hemos hablado de “salsa”, hasta a veces hay grasa, y hemos hablado que nos encontramos en un estado anímico, y esto no nos permite suficientemente vivificarme a mi mismo. Traté de demostrar que sería posible inervar en mí una corriente eléctrica, bio-eléctrica. Se han creado palabras con que han hecho negocio muchos “chantas”. Los “chantas” se han ocupado con esto, con la palabra de la “bio-energética”, “psico-bio-energética”, en sí la palabra no es mala, no es mala la idea, pero después se ha abusado y hecho movimientos y terapias… y seguramente la misma gente que lo ha aplicado y lo explota, en Brasil especialmente ahora, Vinardi y tutti-quanti, no se han psico-bio-energizado ni ellos mismos, pero nosotros podemos auto-vivificarnos, es decir, crear una situación en la que sentimos la vitalidad de la vida fluir en nosotros, y está fuera de la tremenda carcaza de mi personalidad y de la tremenda estructuración de mi mente. No es mala en sí la estructuración, pero es cuestionable, e impide un trabajo cuando es compulsiva. Todo lo que es compulsivo en mí… Hay muchos compulsivos, hay más inconfesados de los que uno cree… Ahí ya se establece en mí una situación diferente en la cual puedo trabajar, tal vez no es la mejor palabra todavia “avivar” el Trabajo, pero si digo “atizar” también vale, porque en realidad en el Trabajo el gran problema es: evitar la fricción, evitar la retorta (como dice en Fragmentos) y cuando hay mucha fricción el problema escapa al Trabajo, estoy completamente tomado por las preocupaciones de mi vida, de mi profesión, de mi edad, de mis problemas, mientras el Trabajo se puede atizar solamente a través de la fricción. En otra fase: tal vez primero avivar un poquito, después atizar. Sin la fricción no hay en realidad transformación. Hay mezclas como en la retorta en que sin fuego, los polvos se mezclan y esa es la situación muchas veces en nuestro Trabajo, mezclamos un poquito aquí, los Centros, esto, esto, un poquito con la vida, somos grandes mezcladoras, y producimos una variedad de mejunges increíbles, pero no es esto, sino que es la fricción entre estos rollos o estas partes incompatibles entre nosotros hasta llegar hasta esta parte que Nicoll llama la “cosa intratable”, intractable thing , y eso es importante en mí cuando he llegado al punto de ver donde no es tratable ni negociable; como es así el punto. Este punto que llamo siempre “hasta aquí nomás” y cada uno tiene de esto. Esto hay que tomar en cuenta y darse cuenta, pero este punto puede ser que con el tiempo sea movido. Y depende de mi capacidad de soportar –la definición de la Sra. Ouspensky de lo que es el Ser-: “Ser es lo que puedo soportar”. Y muchas veces mi Ser se defiende hasta la muerte para no soportar. No quiere soportar más. Esto no es algo moral, no es sentimental, sino que es la posibilidad de aceptar realmente una fricción y ponerle el valor interior que es necesario, etapas, como lo llaman los hindúes, que es esta fricción interior de forma más suave, el empollar, si vemos como es en la vida de los pollos, empollar con calor. En cierto sentido nosotros debemos ser nuestras propias cluecas y lo que nace después, que no lo podemos manejar sino es el inefable momento cuando el pollito sabe que es el momento de golpear y golpea en la parte justa donde hay un poquito de protección para él porque tiene todavía el pico muy blando. Ahí puede nacer algo, hay puedo dar un pequeño saltito en el Trabajo porque el Trabajo es discontinuo. Para mí es increíble porque yo también por muchos años, manejando, manejando, manejando todo, he visto con mi enfermedad que es posible dar un salto cuántico, y tal vez algunos han notado esto. Ese es el momento que les deseo a Uds. también. para eso es necesario que pueda mantener el nivel de Trabajo siempre, una audaz esperanza consciente. Audaz en el sentido que a pesar de lo inverosímil no pierdo la esperanza, y que es consciente en la parte que está conectada con el Trabajo. ¡Sí, a esta esperanza consciente!, si todavía la quiero mantener y no la he dejado ya, aunque hace tiempo la haya dejado y no es capítulo cerrado, puedo revivificar esta esperanza. Si esta reforzada por un amor que viene de esta parte consciente, un amor al Trabajo. Hay una analogía natural que es: lo más grande en la vida es el amor, a pesar que estamos frente al velo que nos esconde la realidad, pero en el Trabajo, también lo más grande que puede mover el Trabajo es en realidad el amor. El amor es realmente voluntad verdadera. Para avivar el Trabajo, hay que darse cuenta que en realidad vivimos detrás de una serie de velos, el más conocido es el velo de la realidad. No veo la realidad normalmente, aunque me lo explico filosóficamente, con todos los filósofos, aunque la explico psicológicamente con todos los psicoanalistas, ¿pero la veo realmente? La puedo ver o estar tras el velo, el velo es un viejo, viejo símbolo arquetípico en las religiones, para los hindúes, la Maya. Uno vive en sus ilusiones de su personalidad, de su imagen, y la misma imagen es mi velo. Y no es un solo velo, sino una serie de velos. Y el Trabajo tiene esta enorme posibilidad de conscientemente pasar al otro lado, lo que en las religiones está conectado con la idea de la Revelación. Uno de estos velos que algo en mí se niega a dejar es el velo de la dualidad, el velo de los opuestos. Un famoso profesor de sánscritos y un gurú de la secta del movimiento yo, que predica lo que se llama “advaita”, el no dos, el no-dualismo. Pero he visto que es muy difícil hacerlo en la práctica. Cuando vinimos a Buenos Aires, había un hombre que se carteaba con la Sra. de Ouspensky y cuando lo vimos nos dijo: -“no, Gurdjieff, es muy malo, pero aquí Advananda, era su yoga, Shri Advananda, muy bueno, Advaita, Advaita, pero Gurdjieff muy malo.”Con esto está todo dicho. Y cuando vimos aquí a un Swami que todavía es jefe de este movimiento de yoga y cuando le hablamos del otro colega que salió del Ashram: -“No, malo, malo, malo.” Pero está todo dicho en nombre de Advaita, todo en nombre del no-dualismo, y nosotros en el nombre del no-dualismo buscamos y criticamos y dividimos en bueno y malo constantemente. Esta orientación como dijo el patriarca zen del siglo VIII es la enfermedad de la mente, el dualismo. Ese dualismo nos mantiene en los opuestos. Nosotros tenemos una manera de superarlo pero imaginamos que ya lo superamos; esta manera es superar los opuestos al hacer un compromiso. Y por fin ya crear en uno mismo lo que Jung llamó una creativa conjunción de los opuestos, que nosotros podríamos llamar, una consciente amalgama en nuestra retorta, que no es ya la mezcla de fuegos. Una creativa conjunción de los opuestos, donde ya no hay nada de resentimientos, donde no hay nada de reacciones, sino solo un medir de la otra parte y ver la posibilidad de lo que he visto como opuesto es en realidad complementario. Cuando esto llega a nuestra mente y a una nueva actitud es Metanoia; ya estamos entonces en la tercera fase: avivar, atizar y ahora estamos en la nueva comprensión. Aquí viene otra lucha y después una nueva comprensión. Naturalmente hay varios niveles en esto de avivar, atizar, etc.,: yo estoy conectado con mis problemas personales, con mis defectos, con mis hábitos, y a pesar que todavía es muy difícil poder llegar a la creativa conjunción de los opuestos y aceptar mis defectos como mi materia prima. Todos tenemos defectos, hasta el universo, hasta el hombre, y el estímulo está en la posibilidad para usarlo en nuestro propio crecimiento. Si todo fuera perfecto, sería intolerable con el tiempo; entonces no cultiven sus “virtudes”, sino que traten de tomar sus defectos como materia prima. Después viene una fase en el Trabajo cuando uno se conecta con la parte superior del Trabajo, donde ya no es el interés intelectual en la Tabla de Hidrógenos, donde ya no es el interés intelectual en lo que llamamos la parte teórica del Trabajo, la parte cosmológica, sino cuando comenzamos a sentir que esta misma parte es, en realidad la misma parte donde nos espera una posibilidad de redención. Tal vez es prematuro hablar esto, pero yo nunca sé cuanto tiempo me queda… ¿Por qué llamo redención a esta parte? Porque ahí hay algo que nos puede conectar en el Trabajo con las fuerzas superiores, y las energías superiores en mí mismo. Energía consciente lo llamamos, pero en realidad son energías superiores más finas. Movemos en el Trabajo, todavía energías muy groseras, abruptas, violentas, negativas. Es comprensible todo esto pero hay una posibilidad de una redención de toda esta parte abrupta, violenta, negativa. Y si digo redención lo digo con intención, porque literalmente la palabra significa: comprar algo otra vez, comprar, recomprar. ¿Por qué? He vendido tal vez mi alma, en el sentido que he tenido algo como niño y después con la personalidad lo he vendido, por este famoso plato de lentejas, por pavadas, mi primogenitura, de ser un hombre libre formándose con su alma. Todo esto es que antes mi alma estaba conectada con la divinidad y después todas esas partes se han vendido aquí, allá en cada identificación he vendido algo. La caída del hombre es esta tremenda venta, es tremendo remate de mis partes divinas a lo profano, al diablo, a lo común, a lo negativo, a la identificación, a la serpiente, no importa como lo llamemos. El mundo ha representado esto miles y miles de veces en sus partes artísticas, arquetípicas y yo me he vendido también. A través del Trabajo hay una posibilidad; de redimir. No es esto que puedo caer en la ilusión que el señor Cristo ha hecho este trabajo para mí y puedo cruzarme de brazos, y quedarme un mezquino, un gran capitalista, un famoso cirujano o un gran político, y todo esto porque Cristo me ha redimido pero eso es una gran ilusión. Eso es negar la Cruz, el camino de la cruz. Esta redención es en realidad la posibilidad de conectarme por fin con energías finas, más superiores en mí. Ahí está el velo otra vez, otro velo que no me permite conectarme con estas energías. Porque detrás de este velo, siempre están estas energías, están disponibles, esperando y yo no me conecto debido al velo de mi personalidad, al velo de la perniciosa alta opinión de mi mismo , el velo de mi presunción, el velo de mi auto-importancia, el velo de mi egolatría. Si tengo ego-voluntad y tengo un ego por todos lados, es una egolatría. Por esta imagen, que es nada más que una imagen, he vendido todo. Sin meter el Trabajo en un camino institucional religioso –en sí todo el Trabajo interior sobre sí es religioso en última instancia- es religarse al principio, al origen. Tenemos esta posibilidad que podríamos llamar una redención en el sentido de este Trabajo. Una redención consciente tal vez. ¡Redención consciente! Es algo más fino, es algo que en realidad nos pueden ayudar las partes cosmológicas de la Enseñanza, que al principio vemos como una molestia, como un fastidio, como algo que ya está y hay que tragárselo y que puede ser eventualmente interesante y uno puede jactarse con esto, como un conocimiento especial esotérico, que me hace interesante frente a otras personas. Si uno comienza a conectarse con estas energías más finas por fin veo, que hay una posibilidad con toda esta parte cosmológica del Trabajo, en su nivel universal y me pueden ayudar en otra forma. El Trabajo me puede ayudar, pero no en el sentido de una pequeña ventaja, que me ha ayudado a estar un poquito más alerta en mi negocio, en mi profesión, etc. , sino que me ayuda en el sentido más grande, que estas energías finas puedan ayudarme a traspasar el velo, y así seguir con la formación de otro cuerpo, de otra envoltura, y esta envoltura es necesaria para la formación del alma. Hay que darse cuenta, nuestro estado del alma es todavía un estado embriónico, que necesita de esta redención para salir a algo real, más grande.
Continuación de la charla de “Los anillos anuales de mi esencia” del 23/7/89
En las Tablas de la Ley esta semana corregimos lo que se había puesto como “anulares” por anuales. Muchos no tienen idea que esto contiene un mensaje, y un mensaje en una forma analógica, una forma hasta simbólica. Uds. están bombardeados con tantas cosas frívolas que comprendo que es difícil para muchos abrirse a otra impresión, pero así es; es una línea en el Trabajo que escogí hace dos años cuando construimos las Tablas de la Ley. Para esta nueva comprensión se necesita salir de la mente ordinaria y poner un poco de imaginación creativa. Todos tienen imaginación negativa, mecánica, se lee en las frentes de Uds. cuando los miro, que falta una imaginación creativa, porque no todo lo que es imaginación es mecánico, esto es falso. La imaginación creativa es la que ha creado maravillas en el mundo. Necesitamos entonces aquí combinar con anillos anuales que nos conecta con los árboles y nos conecta con la esencia. La esencia en nosotros no es la parte visible y los anillos tampoco son visibles, solamente si se hace autopsia de un árbol podemos ver los anillos, en lo vivo el anillo no se ve, pertenece a la parte interior. Ahora es una idea si tomamos como los niños cuando aprenden en los primeros años Ciencias naturales, lo toman mecánicamente pero uno tiene otra parte en sí: con su ser, uno puede comprender que hay una maravilla en realidad, que estos anillos aparecen y que este crecimiento pertenece a una cuarta dimensión, porque cada crecimiento, nuestro crecimiento en la vida también, es un proceso que es simultáneo en todas partes: no es que aparece un poco de anillo, sino que algo crece interiormente hacia otro nivel. En la vida expresamos: Ah, ese niño ha crecido mucho! Pero nos referimos solamente al tamaño o al ancho pero no incluimos en esto la totalidad, que algo ha crecido también en la mente, en el corazón, en las emociones de este niño. Que también mi esencia en realidad debería entusiasmarnos un poco y no tomarlo de manera tan chata con la mente formatoria, que hay una relación, es decir la esencia puede crecer en mí. Lo único que va a quedar después de mi muerte es mi esencia en la cual está comprendido todo. Todo lo que he aprendido aquí: bibliotecas, mi gran biblioteca, todo lo que tengo pero que no puedo llevarme conmigo. Es importante tener conocimiento. Esto tiene que ver con el ciclo anual, por eso se determina la edad del árbol según la cantidad de anillos. Bueno, esto es una analogía y toda la Enseñanza está basada sobre analogías. Este conocimiento está presentado en forma especial y no es solamente algo que está en los libros, sino que está conectando muchos libros y mucho de la Enseñanza en forma global, sé que muchos de los que están aquí escuchando no están a la altura de esto, se imaginan que comprenden pero en realidad comprenden algo porque la totalidad es difícil, en algunos quedará más y en otros menos y eso justamente tiene que ver con el tema de hoy, porque en la misma manera como hay anillos anuales de la presencia, también hay anillos anuales de mi saber. Uds. seguramente van a decir: Bueno, anillos anuales de mi saber….! Preferimos la palabra SABER porque está ligado SABIDURIA y a la palabra SAPERE, que es en realidad SABOREAR, el sabor de algo y esto tiene algo más que la palabra “conocer” que hay otra derivación en la cual no voy a entrar ahora. Saber, entonces en Fragmentos está traducido como “sabor”. No se trata aquí del conocimiento o del saber informativo que tienen Uds. por todos lados y toda la información computadorizada que se tiene al alcance, sino que hay un saber , el Gran Saber, esto tiene que ver con nuestras ideas, con las ideas de la Enseñanza. Cada enseñanza auténtica necesita dos partes: una parte es la sabiduría, el saber basado sobre las leyes del universo y las leyes sobre la individualidad de uno; el otro es la práctica o el método. Por eso Uds. no tienen tal vez la discriminación real, y dicen: Aquí hay zen, aquí hay teosofía, aquí hay Triguerinho, y van, pero no se dan cuenta que esas son todas partes, que no hay algo completo. No se dan cuenta que para una transformación real de uno mismo, se necesitan las dos partes y todas las enseñanzas antiguas, todas las religiones en su principio tenían estas dos partes: la sabiduría y el método, método para trabajar sobre sí mismo, y solamente a través del trabajo sobre sí mismo se puede llegar realmente a un saber real, a un saber vivido. Nos contentamos con un saber de la mente: cuando decimos es interesante esto, también los instructores lo pasan a los otros. Un saber que no es vivido, no es realmente un saber, porque no ha entrado en mi ser. Aquí llegamos al tema del saber y del ser. Todos han leído de la Media aritmética entre saber y ser, es decir, la comprensión, pero solamente un saber que llega a la parte de la vivencia, llega al ser, y puede llevar a la comprensión, y la comprensión es todo lo que cuenta, porque el conocimiento enciclopédico es siempre en una línea horizontal, con algunas excepciones y con algunas personas extraordinarias que van más allá, normalmente es todo informativo y sólo trae una enorme cantidad de datos. Si hoy día uno escribe un libro científico, filosófico, psicológico, la bibliografía que tiene que poner es casi tan grande como todo el libro. Estas son cosas bien conocidas, pero está bien recapitular y darse cuenta por ejemplo, que cuando leo un libro del Trabajo, ¿estoy realmente con mi ser participando? ¿O leo, interpreto, analizo, comparo, juzgo, asocio y todo eso? Es una pregunta delicada, porque no estoy acostumbrado a leer y ver. A veces ayuda leer en voz alta y tratar de escuchar mi propia voz para existir frente al texto que leo. Muchas veces nos perdemos inmediatamente y no existo frente a lo que leo. Cuando hemos hablado de la esencia, que la esencia en el hombre va en contra de las convicciones y las teorías de la ciencia corriente, ya que la esencia viene de muy arriba –Nicoll dice que de las estrellas- pero no importa de donde pero la esencia viene de muy arriba. No es como se explica aquí con el Génesis, hereditario, sino que hay una energía, digamos incluida, que mantiene a través de todo un patrón y que viene de una inteligencia mucho más alta. También está el otro problema que el ser que nace comienza a dormirse, se forma la cáscara de la personalidad y no llega más allá, y tal vez pierde su esencia y no lo descubre; ese es el caso de la mayor parte de la humanidad. Así como la esencia viene al hombre, viene en realidad desde muy arriba, aunque cuesta aceptarlo, así el conocimiento verdadero, el Gran Conocimiento, viene también de muy arriba, originalmente es como que ha sido ideado y creado originalmente por un círculo consciente o por una mente superior, como dice Ouspensky y después ha bajado, bajado, bajado con comentarios hasta el nivel que tenemos hoy día en los libros que están al alcance de todas las personas, pero eso no indica que el hombre pueda conectarse todavía con este origen, y el hombre no discrimina en realildad que muchos de estos libros pertenecen a influencias B. Toman el libro tal vez como más interesante que el libro de Freud o de Jung o de un filósofo, pero no se dan cuenta que este libro transmite en realidad influencias B. Así como yo en mi pequeña escala también trato de transmitir a Uds. influencias B, no creadas en la vida. Esa es la dificultad que uno tiene que discriminar, así como uno está identificado con su familia, con su negocio, etc. y se dice: -Bueno, aquí están los niños, mi esposa,- y toda es una misma cosa, pero todo tiene su distinto nivel y uno pasa los libros a otras personas y no se da cuenta que si no existe en uno un centro magnético, una búsqueda, no sirve porque lo va a tomar como otro libro de la influencia A y entonces: -me gusta-no me gusta. Aquí no es me gusta o no me gusta, sino que este conocimiento, el saber es algo muy grande, y si el ser debe crecer o puede crecer, entonces necesita también un saber que crezca. No en forma cuantitativa, no en forma intelectual como algunos piensan, los que ya tienen un repertorio de fórmulas según el lenguaje del Trabajo, sino en sentido cualititativo para asimilación junto con el ser que crea la comprensión. Uno no se da cuenta todavía, que muchas veces confundimos comprensión con formarme conceptos sobre la cosa, que es intelectual, pero aquí hay algo: el saber no vivido se mueve en una línea horizontal, y la comprensión comienza donde está el ser participando y puede crecer en otra forma, moverse en una forma vertical. Tenemos muy poca relación con esta discriminación de la verticalidad así como por ejemplo hay psicólogos, filósofos, que escriben grandes libros y dan grandes conferencias, etc. Incluyen en sus escritos, las Escrituras Sagradas y que en realidad hay que racionalizarlas y sacarles todo lo que es mitológico, tienen que demitificarlos, bueno, las sectas ya lo han hecho, por ejemplo, piensa de esta manera el famoso teólogo Kunk que da mucho problema al Vaticano y a Jasper . Filósofos con grandes libros, Jasper por ejemplo, hombre muy inteligente, muy erudito pero no tiene relación con el símbolo, con la analogía y hasta el mismo Kayser, lo hemos visto que pone algo muy arbitrario y dice en su libro “Acroasis”, en el estudio de los armónicos que no tiene relación realmente con el mito y con las leyendas del antiguo conocimiento de la sabiduría, de las religiones antiguas; porque están mentalizados, racionalizados. Todas las antiguas sabidurías tienen este saber antiguo que se encuentra en todas las enseñanzas y religiones auténticas casi siempre está en forma de parábolas o en forma de mitos. El racionalismo ve esto como algo atrasado, como algo vago, y no ve que ahí hay eternas verdades psicológicas, espirituales, expresadas en una forma mítica, simbólica, que son eternamente jóvenes, que nunca son viejas, por ejemplo la Odisea de Ulises, la repatriación de Ulises, es una fuente de símbolos y uno lo lee como una historia antigua de aventuras. En el colegio uno no tiene todavía la madurez y uno no se da cuenta la sabiduría que emerge de esto. Uno de los lenguajes importantes es la discriminación de los siete niveles, por ejemplo: el hombre número uno hasta el siete, parece mecánica la formulación de esto, cada uno se atribuye algo y después se contenta y viene la imaginación y se imagina ser cuatro, cinco o seis, porque la imaginación no ofrece nunca segunda fuerza, el libro tampoco, por eso todo puede existir en la fantasía, la gente lo hace frecuentemente. El saber tiene que tomar en cuenta esta idea de los siete niveles, porque según esto hay la idea del mundo, de las religiones: la religión del hombre número uno, etc. Aquí estamos con el crecimiento del saber. Si uno a veces tiene un momento de una nueva comprensión, como algo re-descubierto, algo que ya lo ha sabido y de pronto es nuevo para él, y esto es el conocimiento o el saber verdadero a través de una comprensión donde participa mi ser, entonces el ser y el conocimiento; el saber deben crecer paralelamente. Por eso hay un peligro de que el hombre estudie la Enseñanza solamente en libros, y cree que esto es suficiente. Los alquimista tenían esta idea de que “lege, lege, re-lege”: lea, lea, lea otra vez, y después “ora et labora”. Ese ORA es abrirse, orar, rezar; no es bla,bla,bla como los distintos adherentes lo hacen sino que orar es algo integral. Para Gurdjieff, orar tiene un significado si alguien puede orar con todos sus centros en forma integral, pero eso en nosotros está lejos, porque la educación les ha inculcado las palabras y la imagen de un dios personalísimo. Liberarse de esto tal vez no es tan fácil, pero es necesario jpara llegar a conocerse uno mismo, y así poder acercarse realmente a un dios mucho más grande y más objetivo. Necesitamos ver donde se adelanta demasiado el saber, entonces el ser se queda atrás y mi esencia también. Yo no quería creerlo cuando me lo han dicho hace años y estaba en peligro porque el conocimiento se adelantó mucho a todo esto, debido a mi búsqueda intelectual, pero después comprendí que tenía que leer en forma diferente o dejarlo, para así aumentar mi posibilidad de experiencias. “Experienciando” en realidad es lo más importante, así uno descubre que los viejos conocimientos; cuando se habla de hindúes de conocimiento, cuando se habla en realidad de la época cristiana de conocimiento en el Testamento de San Pablo, se habla de Gnosis, eso tiene relación con la palabra Gnosco, con “cognosco”, conoce, reconocer, el conocimiento era en realidad un saber vivido, y no como hoy día sólamente teórico. Así el hombre puede conectarse más con el Gran Conocimiento y cuando se acerca al Gran Conocimiento, va a tener un saber más integral. Ouspensky en el Nuevo modelo del Universo, da una vieja idea de un Padre de la Iglesia: de Ava Dorotea, que se conoce en la Philokalia también; que siempre cuatro caminos han llevado a lo desconocido; el Gran Conocimiento para nosotros es como lo desconocido. Esos caminos eran tradicionalmente: la religión, el arte, la filosofía y la ciencia; son los cuatro caminos principales. Estos pueden ser divididos en práctica y teoría, y ahí está el centro y en la periferia del círculo se puede hacer una apertura donde uno puede ir. Antiguamente era todo uno: un saber del arte sin ciencia era nada; ciencia sin arte: nihil y al revés también nada. La religión también era algo que estaba conectado con la ciencia, no había una teología completamente aislada y esta universalidad y esta integración nos hace falta porque somos muy divididos, viviendo en un mundo muy dividido; como el científico que ya está muy dividido del religioso, el filósofo del científico, etc. Hay muy pocos espíritus universales, los hay, pero pocos y son menos que antes, como por ejemplo un Leibnitz, un Paracelso, esos todavía eran ejemplos, hasta Goethe, ¿no? Y antiguamente los filósofos. Vivimos en un mundo muy pequeño, en una pequeña parte de mí, entonces mi saber muchas veces tiene como ejemplo lo que se llama la perspectiva de la rana de pozo. Vivo en mi pozo y esa es toda mi seguridad, porque lo más grande me produce inseguridad, y hasta miedo, y así se ha formado mi imagen y mientras cultivo esta imagen de mi mismo, siempre voy a tener miedo. Y como no he aprendido todo suficientemente para trasladar mi centro vital, mi tierra hacia el bajo vientre, hacia el Tantien o tandem en mi vida general, a pesar que uno hace artes marciales o tai-chi-chuan, pero cuando uno sale del tai-chi y va a ver televisión se olvida. Uno está siempre en labilidad, la labilidad significa que la parte del centro de gravedad está más alto en la mente, en la personalidad, en la imagen, y no tiene la estabilidad del hombre realizado con el Hara. Mi muy pequeño mundo y lo desconocido me produce miedo y el saber en realidad debe ser como un descubrir de nuevo el sabor. Si mi saber no crece, como se dicen en anillos anuales, mi ser también crece en un mundo reducido, por eso tenemos gente que tiene un ser muy bueno, muy positivo, que se encuentran en el campo o en un bosque pero no tienen la relación con el conocimiento, y las dos cosas, la sabiduría y el método práctico, para el Trabajo sobre mí mismo tienen que unirse para formar una unidad, que paralelamente ES. Solamente así puede el hombre esperar desarrollarse hacia un hombre número cuatro. Esta dicho en todos los libros, estudiar, estudiarse a sí mismo, al mismo tiempo con los deberes del ser pero en conjunto. Algunos tienen que ver donde tengo que equilibrarme más, que mi saber no se adelante mucho. Donde debo darme cuenta de mi indiferencia o de mi pereza mental y de mi inteligencia para no ocuparme con muchas cosas. Ese es justamente el estudio, el darse cuenta cuando hay diferentes influencias, donde hay influencias B que todavía pueden ser muy puras, que no se han mezclado con las influencias creadas en la vida. Si nos damos cuenta con cuantas pavadas está la mente ocupada todo el día, y qué poco viene de una parte esencial y con una búsqueda...Ese deseo de crecer, tanto en sabiduría como en mi esencia es algo que nunca debe faltar porque ese es realmente el deseo de ser diferente. Hemos hablado muchas veces que la mente aborrece lo nuevo, lo desconocido, e inmediatamente si leen algo nuevo tratan de explicarlo en la forma que les es conocida. Lo mismo va a pasar cuando les hablo, muchas cosas son un poquito nuevas e inmediatamente dicen: “-ah, es esto, es aquello”- No se abren a lo nuevo, porque la seguridad primitiva es justamente moverse en lo conocido. Hay un viejo dicho: “acercarse a lo desconocido por lo más desconocido”. Es un dicho de los alquimistas. Siempre tratamos lo desconocido con la mente ordinaria, reduciendo todo a lo conocido, es como la naturaleza cuando ha creado un vacío e inmediatamente quiere llenar este vacío, aborrece el “horror vacui”, el horror del vacío. Esto es muy importante para que crezca mi saber y que pueda perder con el tiempo este miedo. Aquí viene otro factor de no reducirlo, porque la mente es una gran reducidor, reduce siempre a lo conocido a sus carriles de pensamiento, a los senderos que uno cruza. No se si algunos recuerdan un diagrama que pone Nicoll en su primer tomo al final de todos esos capítulos sobre la consideración interior. Ahí muestra una clase de selva y algunos pocos senderos en esta selva. Esa selva es como nuestro cerebro donde hay, no sé, trillones de células cerebrales y sin embargo uno siempre va por el mismo sendero, como los indígenas que tienen dos o tres senderos, ahí cruzan y no se les ocurre que puedan existir otros senderos. Así estamos también, por eso es tan fácil llevar al hombre…Así se dirige el rebaño. No hacemos uso de nuevos senderos. La ciencia, la alta tecnología ha descubierto cosas fenomenales con las computadoras y siempre salen cosas más chicas, más inteligentes… en las cuales todavía se pueden poner muchas cosas sobre una cosa de muy poco tamaño y esto está creciendo enormemente. Eso ya es de lo conocido hacia lo conocido. Uno necesita para todo esto que mi corazón participe en el conocimiento, en el saber. Hay un viejo dicho donde el conocimiento, el saber se vuelve profundo y toma sin quererlo al corazón como su compañero es de un viejo maestro hindu. Eso no lo hago, me quedo con esta parte y muy poco tomo en cuenta mi corazón como símbolo de las emociones verdaderas, no de las emociones negativas o sensaciones, porque en realidad son sensaciones. Esta participación emocional es muy importante para mi saber, así toda la calidad puede ser diferente y se puede llegar a esto que antiguamente se ha llamado: La Inteligencia del Corazón. Es un símbolo, no es algo que se puede tomar tan concretamente. Cuando en el siglo pasado había un gran cirujano Beer, que ha preguntado –con el racionalismo del siglo XIX- dónde está el alma? Debe estar en la sangre. Entonces el famoso Beer ha puesto una sonda en un chancho y ha sacado la sangre, ha dejado fluir hasta afuera, pero no ha descubierto el alma hasta hoy. La idea de no llegar a algo simbólico, a algo más fino, transcendente. Así se puede acercarse más al Gran Conocimiento, y más alto voy, o más analógico voy todo va a estar más unido. Me quedo en el saber ordinario sin que participe mi ser, tengo una enciclopedia, ahí está esto, está aquello, etc, pero no llego de la cantidad a la calidad, no llego de lo horizontal a la vertical, a algo más integral. Por ejemplo: analogía, es una palabra, símbolo, analogía, pero siempre está correspondiendo a algo, todo corresponde a todo como una ley de analogía universal. El símbolo es junto, es multivalente, tiene muchos valores en sí, si la emoción puede sentir esto y conectarse con la mente para comprender la realidad, para comprender los símbolos y los mitos, todo en su mensaje original, yo nunca lo he encontrado excepto en Gurdjieff, esta atribución de los mitos al centro emocional superior, lenguaje para el centro emocional superior, y los símbolos, al centro intelectual superior. En cierto momento hay que hacer, si no lo han hecho aun, el salto hacia esto, dar el salto y sentir lo que me da una idea y conectarla con algo del asombro. Fíjense como estamos acá que no nos asombra nada, nada nuevo, es justamente mi mente ordinaria, mi saber ordinario, por un instante puedo algo: ¡ah, fantástico, bárbaro…! Pero después de diez minutos o el próximo día, ya no es bárbaro ni maravilloso ni nada porque ya me he acostumbrado y ya está asentado en una parte de mis asociaciones, el desarrollo de mis asociaciones. Así uno envejece, envejecer en el sentido también de mi mente que envejece, los mismos carriles, y que define en lugar de preguntarse y no mantiene en sí esta perspectiva de la duda, de lo que hemos hablado de : los ríos no son los ríos y la montaña no es la montaña. Así vivo, cómodamente, menos cómodamente, según la suerte que me toca en esta ronda, según el destino me ha reservado un karma fácil en esta vida, pero no excluye que en la próxima vida tal vez el karma sea muy diferente, entonces es prepararse para una mejor situación, tanto en el saber como en el ser. Hay un juicio final, pero no en esta forma fantástica, medieval de todas esas torturas, sino cuando uno mismo descubre todas las cosas que están en uno que uno no quiere ver, que uno esconde bajo una máscara social y solamente a veces, cuando no se controla, se sale la máscara, se pierde a chorros, se derrite y uno tiene ojos para ver, lo puede ver, es importante que el hombre también se enfrente con su saber a esta parte, la parte de la sombra, la parte oscura y sobre todo en estas latitudes donde la educación ha influido por la iglesia, con cierta hipocresía, mentir al mundo y mentir incluyéndome a mi mismo; eso va en todos los grados hasta en los jesuitas. Esto ya es conocido y es una falta de honestidad. El verdadero saber sobre sí mismo necesita una honestidad. El desarrollo solamente es posible cuando dejo en cierto momento de mentirme. Uno siempre piensa que puede salirse con la suya, pero en inglés, en la Biblia dice “God is not mocket”, a Dios no se le puede burlar, trampear. Uno piensa que sí, que con su inteligencia humana puede engañar hasta a Dios, y la sinceridad sin arrepentirse realmente, sin remordimiento puede desarrollarse y llegar hasta Dios, pero evidentemente no es así. Naturalmente las grandes instituciones tienen que asegurar que eso no tenga importancia, casi lo garantizan, pero esa garantía es ficticia. La única garantía es que pueda llegar a mi verdadera esencia y eso es muy difícil si no soy sincero y honesto y vivo con esta máscara, y vivo una vida paralela entre mi vida y el Trabajo, entonces se forma una clase de doble cristalización en uno, que el lado indiferente y casi hostil hacia el Trabajo se desarrolla también, y la parte que está en el Trabajo, también, pero las dos no se unen. En el Cuarto Camino Ouspensky habla de la doble cristalización, eso es muy importante, entonces el saber y el ser necesitan sinceramiento, donde dejo estas mentiras a mi mismo y uso mi máscara solamente para competir en el mundo. Necesito el crecimiento del saber en el sentido del saber no solamente enciclopédico, sino el saber de mi mismo, tiene que ser un saber no un vago sentimiento: sí, tengo también emociones negativas. Es un saber exactamente y eso lo evito, porque no quiero pagar el precio de visitar realmente el interior de mi tierra y comenzar a rectificar. Es como hago un poquito por encima de la mesa y por debajo de la mesa es un poco tabú como el sexo antes en el siglo pasado. Y mientras no hay una verdadera búsqueda no hay un desarrollo real. Confundo el desarrollo con un cierto progreso, pensando que voy a llegar de todos modos porque he leido más, comprendo más, y ya soy instructor y dirijo un grupo, etc., pero el Trabajo se hace más y más difícil. Y uno no quiere creer esto. Todos piensan que el Trabajo es difícil al principio, pero el principio es muy fácil, después es mucho más difícil. Cada pequeña cosa puede significar lo mucho que arrastro. Esa es la idea después del Juicio. De medir la pluma contra el corazón de los egipcios, es más difícil llegar a esto que mi corazón, mi mundo emocional realmente pueda mantenerse sobre la balanza, frente a una pluma. Algunos piensan o se toman por religiosos porque están bautizados, tal vez algunos van a misa, los judíos van a la sinagoga, pero hay un viejo dicho: “vocatos at non vocatos, deus adheret”, es decir: “llamado o no llamado, Dios siempre va a estar presente”. Nos olvidamos, porque pensamos ¿qué tiene que ver Dios aquí? Estoy en mi mundo, cubierto con nubes, con egoismo, con mis intereses, mis convicciones, etc. y no me doy cuenta que si llamo, o no, ahí está siempre encima de mí, pero ¡qué difícil es celebrar esta posibilidad! Y la vida mecánica pesa más y más sobre nosotros, imagínense es un tiempo muy importante en realidad, liberarse de la psicosis de masa, es un buen tiempo para trabajar, es como ayudar a esta situación. Yo he mirado furtivamente, la revista de La Nación, ahí dice que el último saurio ha muerto hace sesenta y cinco mil años, según los fósiles que han descubierto en la Patagonia, pero esos en realidad todos eran paquidérmicos, y ni me sobreviven los paquidermos, y cuando hayan matado al último elefante por sus colmillos y al último rinoceronte por su cuerno afrodisíaco se quedan los paquidermos psicológicos. ¿Ud. todavía tiene descendencia de estos? ¿y usted? ¿Quién más? Una piel psicológica demasiado insensible, controlada por mis convicciones, por mi mente y la sensitividad ya es un acercamiento muy grande hacia la conciencia de sí. SENSITIVIDAD. El arte siempre ha servido para esto, el arte instrumental de música, de los maestros chinos que han pintado con pinceles de un solo pelo. ¡qué sensitividad es necesario para eso! Y sensitividad también entre nosotros.
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