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La danza de Shiva

 

 

SHIVA -LA DANZA DE LA REALIDAD

 

 

 

 

Todos estamos danzando con Shiva en este mismo momento y Él con nosotros.

En medio de su danza agitada, su CABEZA está balanceada y quieta, su EXPRESIÓN serena y calma, en perfecta estabilidad como el inmóvil agente de movimiento. Su ARO derecho hecho de una serpiente, es masculino. El izquierdo un gran disco, es femenino. Juntos, simbolizan el hecho de que Shiva no es ni varón ni mujer, sino que trasciende a ambos. Su TERCER OJO es el ojo de fuego y simboliza elevada percepción, extendiéndose a través del pasado, del presente y del futuro. Su CABELLO es como los largos desatendidos bucles de los ascetas, volando energéticamente. En Su cabello están: la serpiente sheshanaga, representando el ciclo de los años, una CALAVERA simbolizando el poder de destrucción de Shiva; la LUNA CRECIENTE del quinto día, simbolizando su poder creativo; y la DIOSA GANGES, el río más sagrado de la India, símbolo de la gracia que desciende.

Su MANO IZQUIERDA sostiene una llama ardiente, el Dios fuego Agni, simbolizando su poder de destrucción, samhara, por el cual el universo es reabsorbido al final de cada ciclo de creación, sólo para ser recreado de nuevo. Ésta mano representa NA en el Mantra Panchakshara, Na-Ma-Si-Va-Ya. Su PIE APOYADO representa la sílaba MA y simboliza su gracia de ocultamiento, tirodhana shakti, que limita conciencia, permitiendo a las almas madurar a través de experiencia. Shiva danza sobre una figura conocida como APASMARA, "olvidadizo o desatento"(Dios del Olvido), que representa el alma ligada por anava mala, el velo individuador de dualidad, fuente de separación de Dios. Apasmarapurusha mira hacia arriba serenamente al pie levantado de Shiva, el refugio, liberación y destino últimos de todas las almas sin excepción.

Su MANO IZQUIERDA DELANTERA, que representa la sílaba VA, sostenida en la pose de trompa de elephante, gajahasta, apunta a su pie izquierdo, fuente de la gracia reveladora, anugraha shakti, por la cual las almas retornan a Él. Los BRAZOS DERECHO e IZQUIERDO DE ATRÁS están balanceados, como lo están la creación y la destrucción. La MANO DERECHA DE ATRÁS de Shiva, que representa la sílaba SI, sostiene un tambor de cintura angosta, damaru, símbolo de la creación, que comienza con sonido no sonoro, Paranada, del cual surge el mantra Aum. La MANO DERECHA DE ADELANTE está levantada en el gesto de abhaya, "no temais", simbolizando el poder de Shiva de srishti, preservación y protección, que representa a sílaba YA. El PIE LEVANTADO simboliza su gracia reveladora, anugraha shakti, por la cual el alma trasciende finalmente las ataduras de anava, karma y maya y realiza su destino con Él.

La PIEL es de color rosado. Su cuerpo está untado con CENIZA SAGRADA, vibhuti, símbolo de pureza. La GARGANTA AZUL representa su compasión por tragar el mortal veneno halahala para proteger a la humanidad. Él porta un COLLAR DE CALAVERAS, simbolizando la perpetua revolución de las eras. La SERPIENTE JAHNUWI adorna su cuerpo, símbolo de su identidad con el poder kundalini, la fuerza espiritual comunmente latente dentro del hombre enrollada en la base de la espina dorsal. Elevada a través de yoga esta fuerza propele al hombre hacia la Realización de Dios.

Shiva viste una PIEL DE TIGRE, símbolo del poder de la naturaleza. Su FAJÍN, katibhandha, es aventado hacia un lado por su rápido movimiento. El ARCO DE LLAMAS, prabhavali, en el cual Siva danza es el Hall de la Conciencia. Cada llama tiene tres menores llamas, simbolizando fuego en la Tierra, en la atmósfera y en el cielo. En el tope del arco está MAHAKALA, el "Gran Tiempo". Mahakala es Shiva mismo quien crea, trasciende y concluye al tiempo. Shiva Nataraja danza dentro del estado de trascendencia sin tiempo. El PEDESTAL de doble loto, mahambujapitha, simboliza manifestación. De esta base emana el cosmos.

EL CUERPO SEGUN LAS DISTINTAS FILOSOFÏAS

Dentro de la cultura y la filosofía de Oriente, el cuerpo humano es un regalo divino para el espíritu que lo habita. La vida en la tierra dentro de este cuerpo, lejos de ser una cárcel o una condena para el alma, es una oportunidad única para alcanzar la sabiduría y la liberación.

A diferencia de las teorías platónicas, donde el cuerpo es el origen del mal, en la filosofía oriental el cuerpo es algo esencialmente bueno que, por un lado, manifiesta las cualidades del alma y, por otra parte, es estudiado y comprendido por ésta.

Mientras que en Occidente se ha contemplado por una parte el espíritu y por otra el cuerpo, considerado como materia o carne. La aceptación espiritual del cuerpo humano en Oriente, permite que el cuerpo humano pueda estudiarse y comprenderse desde un punto de vista espiritual.

La forma del cuerpo

En contraste con las anatomías tradicionales de Occidente, en los estudios del cuerpo humano en Oriente con vistas a la medicina, llama la atención que se trata de figuras con los ojos abiertos y tono vital.

Una explicación de esta diferencia esencial (Occidente: anatomía de cadáveres. Oriente: estudios de cuerpos vivos) puede ser que las medicinas de Oriente se interesan por los canales y centros de energía que sólo están presentes en personas vivas (en concreto constituyen la vida), y no son detectables mediante disecciones.

Sólo en los estudios de proporciones como los célebres de Da Vinci, el cuerpo humano muestra vitalidad y fuerza.

Los órganos y sus emociones en China y en Occidente

En Occidente cada vez es más conocida la relación que establece la medicina tradicional china entre los órganos y sus emociones correspondientes. También es interesante recordar lo que tradicionalmente se ha pensado al respecto en Occidente.

En la medicina tradicional china el corazón rige la actividad mental y espiritual. Su emoción correspondiente es la alegría. En caso de plenitud se produce la euforia y la hilaridad, en caso de vacío, el abatimiento. En caso de disfunción se produce confusión o perturbación mental. Por su parte, Platón situaba en el pecho (caja torácica) parte del espíritu, la relativa al valor y al ánimo.

En nuestro ámbito, el conocimiento popular que expresa el lenguaje, habla de "corazonadas" o "pálpitos" como sinónimo de "intuición". Y también, por cierto, y en abundancia, se relaciona el corazón con el amor o su ausencia. Se habla de corazones rotos, duros, grandes, etc.

La disfunción en los pulmones se relaciona con la tristeza y la ansiedad.

La función principal de los pulmones es la respiración que no sólo en la Grecia antigua (psique, neuma) sino también en India se relaciona con el alma (atman). En nuestro lenguaje son numerosos los ejemplos que relacionan la respiración con estados o fenómenos del espíritu o la mente: se habla de "aliento" (amplitud mental) o "alentar" (animar) en sentido figurado, también de "inspiración" (inventiva), "expiración" (muerte), "sofoco" o "sofocón" (disgusto intenso).

Respecto al bazo, se relaciona con una tristeza pensativa y con otros humores, como la alegría, la melancolía o la irritación. En la medicina tradicional china el bazo está asociado funcionalmente con el páncreas y corresponde al pensamiento o la reflexión, su disfunción ocasiona obsesiones o ideas fijas.

El hígado, por su parte, corresponde a las emociones, en caso de disfunción a la cólera o la suceptibilidad. En Occidente al humor de la cólera (en sentido concreto y figurado) se le llama "bilis" o "atrabilis", pero también se le relaciona con la tristeza: melancolía. Ambos términos designan a la bilis negra, siendo la atrabilis de naturaleza caliente y la melancolía de naturaleza fría.

Los riñones en la medicina tradicional china corresponden al miedo.

Respecto a las entrañas, en Occidente se relaciona el estómago con la aversión o el rechazo.

La relación entre las emociones y los órganos parece ser recíproca, de modo que, por ejemplo, un hígado con disfunciones segregue melancolía o las emociones correspondientes afecten tanto al hígado como un exceso de patatas fritas.

Respecto a las entrañas, el filósofo griego Platón situaba el alma apetitiva, o sea, el alma del deseo o el deseo mismo, en el vientre.

El sabor de las emociones en Oriente y en Occidente

En Occidente se utiliza con frecuencia el sabor para referirse a estados de ánimo, así como a caracteres. Se habla de momentos dulces, también de personas con este sabor o carácter. Se habla de humores ácidos, de ingenios picantes, de gentes amargadas, así como de personas saladas, incluso se dice “agridulce” de algunas situaciones.

Esta asociación metafórica entre sabores y emociones o carácteres funciona porque, primero, determinados sabores producen de hecho determinadas emociones y, segundo, porque determinadas emociones provocan determinados sabores. Ya mencionamos la relación que se establece entre los órganos y las emociones. Los órganos y las entrañas segregan y procesan determinados sabores o sustancias de esos sabores. Por ejemplo, algunos jugos gástricos son de naturaleza ácida. La bilis que segrega el hígado, y recoge y administra la vesícula, es amarga, el bazo-páncreas procesa el azúcar del cuerpo, los riñones regulan la sal. Si las emociones se relacionan con los órganos y los órganos con los sabores en el cuerpo, es lógico que las emociones y los sabores estén en relación de mutua causalidad, o sea, los unos son causa de los otros y viceversa.

Es experiencia común y cotidiana que las personas procuren regular de un modo consciente o inconsciente sus humores abundando en uno u otro sabor. En los momentos de desazón (otra metáfora de sabor) o sinsabor (también) o desamor, se procura lo dulce. En el Ayurveda se dice que se procura en estos casos también lo graso. Las tabletas o bombones de chocolate, por ejemplo, combinan ambas cualidades en un solo alimento. Para tonificarse se busca lo ácido y lo picante. Para activarse se procura lo amargo, como el café o el chocolate, que en su estado puro tiene ese sabor. Para animarse se quiere lo salado, sabor abundante en los aperitivos. Y luego las combinaciones entre sabores y humores en estados de ánimo y alimentos son tan numerosas como la combinatoria matemática permite y, en muchos casos, aparentemente contradictorias.

El cuerpo humano tiene una peculiaridad con respecto al de otros mamíferos: los músculos cutáneos que en otros animales se reparten por diferentes zonas del cuerpo, en nuestra especie se concentran en el rostro. Como es conocido estos músculos son sensibles a las emociones, pero a los sabores también y de modo parejo. En ocasiones, viendo las expresiones faciales de las personas, se me representa como si estuvieran degustando caramelos emocionales con estos sabores: amargura, dulzor, salado, ácido, picante o sus posibles combinaciones.

Estas observaciones nos sirven para constatar la estrecha relación que existe entre el cuerpo y el carácter o los vaivenes emocionales del alma.

Según el Ayurveda, dentro de cada constitución prima un sabor o varios de ellos. Conseguir el equilibrio entre los sabores significa preservar la salud. Si alguien abunda y consume en exceso el sabor o los sabores que le caracterizan entonces enferma. Pero si, como es natural, los evita, permanece sano.

 

La columna vertebral, el poder de la serpiente

Es el núcleo primordial del ser humano. Aloja y también irradia el sistema nervioso. Contiene lo más primitivo y lo más evolucionado en nuestro cuerpo. Su base es el cóccix y su cúspide la cabeza. Desde un punto de vista evolutivo, la cabeza no deja de ser una vértebra modificada.

Sobre el cóccix se sitúa el sacro. Ambos son una serie de vértebras fundidas. El cóccix es el principio y la residencia de la energía en el cuerpo humano. El sacro, por su parte, es la región con más fuerza.

En el sacro sitúan las tradiciones china y japonesas el centro principal de energía, se llama “hara” o “kikai tandem”, es el lugar donde los luchadores concentran su fuerza. Tiene su correspondencia frontal con el centro del bajo vientre, entre el pubis y el ombligo.

El cóccix sobresale de las caderas. No es un mero residuo evolutivo en el cuerpo humano, sino que conforma un sólido punto de anclaje para los músculos y ligamentos de la base del tronco.

En la teoría del Yoga se dice que es en el cóccix donde reside la energía dormida o potencial del cuerpo humano. Se le conoce con el nombre de "kundalini". Se lo representa en la figura de una serpiente enrollada, que es lo que significa la palabra sánscrita. Esta serpiente representa en realidad la columna vertebral, pues la serpiente viene a ser como una columna vertebral móvil, sin extremidades, pero con órganos adaptados a la forma alargada de la columna vertebral.

Evolutivamente, la serpiente o culebra, el reptil del cual primigeniamente procede nuestra especie, sigue existiendo en nosotros en foma de columna vertebral. Según la teoría del Yoga, la serpiente enrollada que reside en el cóccix ha de evolucionar. "Evolucionar" significa etimológicamente desarrollarse o desenrollarse. La energía dormida de la serpiente ha de desplegarse hacia arriba, hasta alcanzar la coronilla que marca su punto más elevado. A mi modo de ver, esta imagen de la serpiente que se estira desde el cóccix hasta la coronilla simboliza con claridad la propia fuerza ascendente de la columna vertebral que, siendo naturalmente sinuosa de delante hacia atrás, manifiesta una energía lineal ascendente.

En los trances chamánicos o religiosos de numerosas culturas, la visión de la serpiente simboliza el desplegarse de la energía vital. En el arte oriental, particularmente en India, aparte de leyendas, la figura de la serpiente o la cobra se representa en relación con figuras sagradas como Buda, Vishnu, Nagarjuna, Patanjali o Shiva, lo mismo. Incluso podemos suponer que las leyendas sirven como credencial a un poderoso icono en el imaginario colectivo.

Cuando pensamos en el Señor Shiva, en sus esculturas, lingams y templos, nuestro corazón nos lleva a nuestro Ashram y la mística India, y sus lugares sagrados, que han sido consagrados al Señor Shiva. Pocas veces pensaríamos que fuera de las fronteras de la India, habría una imponente presencia de nuestro Señor Shiva, y es en medio de Europa, específicamente en la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN), donde una imponente figura de bronce de 2 metros de alto del Danzante Cósmico, Shiva Nataraj, da la bienvenida a los físicos que allí estudian el comportamiento de las partículas subatómicas.

¿Qué relación tiene la física de partículas y el Shiva Nataraj? Pues, para algunos físicos mucha. Para Fritjof Capra, físico teórico y filósofo, el proceso de generación de partículas subatómicas es un perpetuo acto de destrucción y creación, donde cada partícula creada existe por un tiempo determinado, muy pequeño, y ha sido creada por un proceso de destrucción, transformación, de otra partícula. Cada partícula creada tiene su propio tiempo de existencia, que al compararlo con su tamaño, es similar al tiempo de vida que una persona tiene al compararse con el Universo.

Para el físico Kenneth Ford, este proceso es una danza de creación y destrucción regida por el ritmo y el movimiento, descritos como propiedades de la materia, siendo así una danza perpetua que experimentan todos los cuerpos, y por lo tanto todo el universo se encuentra en una continua danza cósmica.

No solo los físicos consideran que las partículas tienen ritmo, en los procesos de creación, Alexandra David-Neel, en su libro Viaje al Tibet, describe como un lama considera a la materia: “Todas las cosas… son agrupaciones de átomos que danzan y con sus movimientos producen sonidos. Citando el ritmo de la danza cambia, el sonido producido también cambia… Cada átomo canta perpetuamente su canción, y el sonido, en cada momento, crea formas densas y sutiles” .

En la Sabiduría Primordial, toda vida es parte de un gran proceso rítmico de creación y destrucción, de muerte y renacimiento. Ananda Coomaraswamy, describe la danza de Shiva con las siguientes palabras: “ En la noche de Brahman, la naturaleza está inerte, y no puede danzar hasta que Shiva lo desea: El sale de Su éxtasis y danzando envía a través de la materia inerte ondas pulsantes de sonido despertador, y ¡Ya!, la materia también comienza a danzar, apareciendo como en círculo de gloria a Su alrededor. Con su danza, sostiene sus múltiples fenómenos. Cuando el tiempo se completa, todavía danzando, destruye. El todas las formas y nombres mediante el fuego y confiere un nuevo descanso. Esto es poesía, pero no por ello deja de ser ciencia.

Así entonces Shiva Nataraj, el danzante cósmico, es el fundamento, por el cual las leyes cósmicas y de la materia se ejecutan, todo el comportamiento de la materia está dirigido por su ritmo. Shiva Nataraj es quien rige las dinámicas del universo creado, al ritmo de la polaridad de su Damaru, propiciando la transformación de la oscuridad de cada partícula con su fuego destructor, entregando su paz y bendición a toda partícula que participa de su danza, todo esto mientras logra someter la ignorancia y el olvido, en el perfecto equilibrio de su “Tandava” , para todo aquel que busque su liberación de la dualidad y del ciclo continuo de nacimiento y muerte, durante la ejecución de todos los ciclos cósmicos que dure su danza.

 

 

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