China es un país antiguo, vasto y populoso de Oriente. Su larga civilización ha hecho nacer 56 grupos étnicos hermanos que hoy habitan en su extenso territorio. Estos grupos, por sus entornos ecológicos y recorridos y antecedentes históricos diferentes, han desarrollado gradualmente sus lenguas, costumbres, culturas y religiones con peculiaridades propias, de modo que China se convirtió en un “país unificado multielemental compuesto conjuntamente por la etnia han como el grupo principal y las 55 etnias minoritarias”. Desde la fundación de la República Popular China en 1949, la unidad, la amistad y el intercambio entre las etnias les han permitido a todas y cada una de éstas lograr un desarrollo vehemente y continuo, gracias a lo cual el gran jardín que son las etnias se ha vuelto más bello, encantador y maravilloso.
los Miao
· Cantos y danzas de los miaos, inseparables de la zampoña
· Danzas de los miaos en “planos de tambor de cobre” de Guizhou
los Ewenke
· Danzas ewenkis y oronqens llenas de pasión
los Qiang
· Atractivas y peculiares danzas de amor de la etnia Qiang
· La danza ritual “Kexigela” de la etnia Qiang
· Danza con tambores de piel de cabra, la más antigua de la etnia Qiang
· La danza “Guozhuang” de la etnia Qiang
los Coreanos
· Danza alegre de los agricultores, de la etnia coreana
los Tujia
· La danza con tambor funerario, de la etnia tujia
· Las danzas con manos agitadas, de la etnia tujia
los Han
· Danzas populares de la etnia han, ricas y atractivas
los Dong
· La danza con siringas de la etnia dong en Guangxi
los Wa
· Danza con tambores de madera de la etnia va en homenaje a los dioses
los Mongolia
· Andays y “Danza Anday” en las praderas
· Danza del chamán, originada del culto primitivo
los Dai
· La danza del pavo real de la etnia dai
los Tu
· La danza de exorcismo tiaowutu en la meseta Qinghai-Tibet
los Naxi
· Danzas de la etnia naxi, “amante de la luna y las estrellas”
los Yao
· Danzas con tambor de barro en las montañas Dayao
los Jing
· La danza con palos floridos de la etnia jing
· La Fiesta Hajie de la etnia jing, con cantos y danzas
los Gaoshan
· Los paiwans y los yameis de la etnia gaoshan de Taiwan y sus danzas
los Tibetanos
· Danzas misteriosas del Qiangmu de la etnia tibetana
los Jingpo
· Fiesta Munao Zongge de la etnia jingpo, en recuerdo de los antepasados
anzas populares de la etnia han, ricas y atractivas
Los hans, dueños de una larga historia y brillante cultura tradicional, son el grupo étnico mayoritario de China. Esta etnia habla han, de la familia de lenguas han-tibetanas, y constituye el 93,3% de la población del país. Habita en su gran mayoría en el norte, el este, el centro, el sur y sudeste de China.
Desde la antigüedad, sus danzas y cantos son abundantes y atractivos y nunca han dejado de desarrollarse. Hoy día, debido al alto ritmo de trabajo, el espacio de habitar estrecho, las relaciones interpersonales un tanto distanciadas y el acceso de la cultura extranjera y de la diversión de alta tecnología, muchos hans que viven en las ciudades han ido olvidando sus danzas, e incluso hay quienes no las conocen ni saben bailar. De ahí surge el malentendido de que la etnia han no tiene danzas propias. En realidad, sus danzas son muy ricas en contenido y poseen una gran variedad. Aun un mismo género puede ser distinto en estilo, forma y atuendo de región a región.
La Fiesta de la Primavera, que comienza por el Día de Año Nuevo lunar, es la más solemne y calurosa de la etnia han por tradición. Al llegar la nueva primavera y cuando todas las cosas ganan vida nueva, la gente se entrega por completo a las celebraciones, deseando cosechas abundantes y la prosperidad para ellos mismos y el ganado, y también es la única ocasión en el año en la que se divierten y se relajan por completo en lo físico y lo mental.
En las zonas hans, la Fiesta de la Primavera prácticamente dura desde finales del duodécimo mes lunar hasta el último día del primero. Como preparación, todo el mundo se atarea cosiendo ropa nueva, aseando la casa, arreglando ofrendas para las ceremonias y cocinando manjares, con la esperanza de que se cumplan sus deseos en el nuevo año. El primer mes lunar es una temporada muerta antes de la siembra. Las celebraciones empiezan el 3 del primer mes lunar en el sur y el 5 en el norte, por lo general alcanzan apogeo y terminan el día 15, que es la Fiesta de la Linterna. Pero en algunas zonas las familias se reúnen de nuevo en el hogar el 28.
Entre los festejos se practican las danzas y cantos legados de las dinastías Song (960-1279) y Qing (1644-1911). Desde la antigüedad la nación china toma al dragón por tótem. Con el tiempo este animal mitológico ha sido endiosado. Se cree que es capaz de volar por las nubes, revolver el río y el mar y decidir sobre la sequía o inundación, debido a lo cual es muy respetado por los hans, agricultores por tradición, y disfruta de las ceremonias con ofrendas. Durante la Fiesta de la Primavera, de norte a sur hay toda clase de imágenes del dragón en medio de la ensordecedora explosión de cohetes y de su humo que tapa el cielo. De todas las imágenes, la más conocida es la del “dragón de tela” o “dragón de color” colosal, de diez metros de largo y hecho con cintas de seda de color.
En la Danza del dragón, los hombres que sostienen el cuerpo del dragón con palos corren y se contornean para exhibir cómo el dragón se revuelca por el suelo, sacude la cola y se arrolla en una columna de jade. En la provincia de Zhejiang es popular el Dragón de cien hojas, danza en que un grupo de muchachas forman las escamas del dragón con las nubes y flores de loto de papel o seda en las manos y, bajo la guía de un hombre, se mueven con gracia cual si el dragón volara a través de las nubes. En las aldeas del sur de China, los campesinos atan paja de arroz para darle forma de dragón, le clavan encima varillas de incienso encendidas y bailan el Dragón de paja en la noche vieja. Así, en la oscuridad los espectadores admiran a un dragón de fuego volando con chispas. Los hans también bailan la danza Dragón de la tierra, transmitida de la dinastía Qing (1644-1911). Este dragón tiene patas y camina por el suelo y, con la cabeza alzada, vomita agua para anunciar buena lluvia en el nuevo año. Otra danza es el Dragón del banco, popular en las zonas al sur del río Amarillo. Es un dragón pequeño de fina confección y atado a un banco largo. Sus tres bailarines, sujetando cada uno una pata del banco, trotan y saltan dando vueltas al tañido retumbante de los gongs y tambores.
Asimismo, se bailan el Dragón de trozos y el Dragón de cinco segmentos, con el cuerpo de este animal separado en trozos o segmentos. En las ciudades de Suzhou y Hangzhou y en el norte de la provincia de Sichuan se bailan el Dragón verde y el Dragón de papel, ambos de tamaño menudo. Y en las aldeas de la costa de Zhejiang, los pescadores bailan el Dragón con alhajas y el Dragón de dieciocho segmentos, de formas semejantes a naves más que al animal propio. En pocas palabras, las danzas del dragón son muy variadas y populares en las zonas de la etnia han, cuyos hombres, descendientes del dragón, las bailan sobre todo en la Fiesta de la Primavera, para dar plena expresión a la larga historia y vasta cultura de su etnia.
La Danza del león de los hans es adaptada de la que arribó de Asia Central hace dos mil años. Con la propagación de la cultura budista, esta danza de la Fiesta de la Primavera, practicada con el estallido de petardos, se convirtió en parte indispensable de las ceremonias para conjurar el mal y desear bienestar y fortuna. De esta danza hay dos tipos: el león simpático del norte y el león vigoroso del sur. En la danza del primer tipo, el felino es amable y gracioso, juega con una bola grande, pisa un balancín de sube y baja y es tan amigo con la gente como el gato de casa. En la danza del segundo tipo, el león es portentoso, amenazador y rápido y baila con una serie de movimientos acrobáticos difíciles.
En el distrito de Chenggu, provincia de Shaanxi, se practica de maravilla la danza cómica El monje reidor y el león, interpretada entre este monje y el león mandado al mundo a purgar su pecado por el Emperador Jade del cielo. Antaño constaba de 108 partes, pero hoy ha sido reducida y se da en la Fiesta de la Primavera. El protagonista es un león humanizado. La parte más divertida es “la perezosa recoge la cosecha en la era”. El argumento es así: La mujer, desempeñada por el monje, de cabeza grande, se levanta en la mañana y demora lavándose y peinándose, sin ganas de ir a la era. El león, acuciado por el deseo de purgar su pecado, la insta a ir con insistencia. Por fin la mujer pasa a la era cargando dos canasta con una pértiga al hombro. Con ayuda del león trilla
la mitad del trigo, pero en eso la entra sueño. Aunque está tronando, se echa a dormir roncando en la esterilla. Viendo que va a llover, el león la apresura a pararse, mas sin efecto. Desesperado, le muerde los tobillos, la tira de la esterilla y la pone en pie. Al final, entre ambos guardan bien los haces antes de la lluvia. Así, la mímica hace un contraste perfecto y sutil entre la diligencia del león y la pereza de la mujer. Cuando termina la danza, el monje reidor despliega papeles con frases auspiciosas para felicitar a la gente por la nueva primavera, llenándola de alegría y esperanza.
El yangge es una danza supergrande para resaltar el ambiente de las celebraciones masivas en la Fiesta de la Primavera. Tiene docenas de formas de representación y se practica precedido de un desfile pomposo. Los artistas pasan actuando por las calles y los callejones, dirigiéndose a una plaza espaciosa para presentarse de manera formal. Anteriormente, la gente en el norte de China llamaba a estos espectáculos “fuego de la comunidad” o “yangge” y a sus artistas “procesión del yangge”.
A la cabeza del desfile va el maestro de ceremonias que alza en alto un paraguas enorme, símbolo de la buena lluvia y viento en el nuevo año. Por su detrás vienen el grupo de la Danza del dragón y el de la Danza del león, seguidos de otros más en este orden: el del “gran espectáculo”, cuyos artistas, con cintas de color prendidas a la cintura y cogidas en las manos, andan por la plaza formando dibujos de “dos calabazas”, “cuatro puertas y una tolva colgada” y “flores en espiral”; el de la danza Campo pequeño para demostrar el amor sincero entre los jóvenes; el de muchachos que tocan con fuerza los tambores rojos amarrados a la cintura y hacen poses de “combatir con el tigre”, “volver la cabeza para mirar a la luna” y “dar tres mazazos fuertes”; y el del “caballo”, el “barco en tierra” y el “asno
trotando”. En este último grupo las tres cosas son fantasías, hechas con palos de bambú o madera. Sobre el asno, la recién casada, asistido del esposo, va a visitar a los padres.
Después llegan otros grupos: el de zancos, cuyos artistas tienen la cara maquillada y visten ropa de ópera; el del cuento popular “la pelea entre la garza y el mejillón”, en el cual un artista que hace del ave pica las valvas del molusco interpretado por otro artista; y el del “brasero” sin fuego, adornado con flores y telas de seda y colgado del hombro de un varón. En este grupo los artistas representan las piezas de ópera populares Se inunda la colina Jinshan y Reencuentro de los cónyuges en el puente Caoqiao. Los últimos grupos en venir son el de niños de las aldeas, parados sobre las pértigas cargadas por adultos y azotando los tamboriles sujetos al pecho; el de la Danza con tazones de forma de flor de loto, originada del taoísmo, cuyos artistas los tienen con velas encendidas y puestos en la cabeza, los hombros y las manos para actuar como acróbatas; y el de Portadores de pabellones amarrados a los palos altos con esfinges de personajes de vivos gestos. Ahora todos los grupos entran en la plaza grande para presentarse uno por uno de manera formal.
Las celebraciones apasionantes como éstas en las aldeas y los poblados en el transcurso de la Fiesta de Primavera duran hasta la Fiesta de la Linterna, el 15 del primer mes lunar, cuando un millar de linternas sofisticadas y encendidas en la noche en las calles y los callejones hacen del mundo humano un paraíso de hadas.
Las danzas y cantos de la etnia han practicados en las fiestas son tantos y tan ricos que resulta imposible citarlos uno por uno y pormenorizar la descripción. Por tal razón, se equivocaría pensando que esta etnia, de población numerosa, carece de danzas y cantos propios.
Las artes dan sentido a la vida de las personas. Tienen un importante rol en el establecimiento de los valores morales de la humanidad y es una de las fuentes que el hombre tiene para encontrar las respuestas a las preguntas fundamentales de su vida. Por eso mismo, las artes influyen en los valores de la gente, y a su vez, los valores de la gente influyen en las artes.
Desde la antigüedad, la música es una de las artes con mayor influencia en la sociedad, quizás debido a su carácter universal que la hace más accesible a todos los estratos sociales y culturas que otros tipos de artes como la pintura y la escultura, generalmente más reservadas a ciertos círculos específicos o élites.
Confucio observó hace 2.500 años que esta forma de arte refleja los valores sociales: “No hay nada más efectivo que la música para mejorar los hábitos y costumbres existentes”, dijo en Yue Ji (Notas sobre la Música). También dijo: “La música es la sublimación de la moralidad”.
Con su cercana conexión a la música, la danza por supuesto también puede afectar el código moral de una persona. “Uno conoce los principios de una persona al verla bailar”, señaló Confucio. A una escala mayor, uno puede conocer los principios de toda una sociedad a través de su danza.
La danza tradicional china, la danza de la “Tierra Divina”
En la antigüedad, a China se la llamaba la “Tierra Divina”, ya que los 5.000 años de su cultura están atravesados por un profundo entendimiento de la relación del hombre con el cosmos, y la convicción de que el ser humano tiene un origen divino al cual debe regresar. Este carácter es evidente en todos los aspectos de la sociedad antigua china, desde la arquitectura a la agricultura, desde la ciencia a las artes. Y la danza no es una excepción. Para entender mejor la profunda connotación de la danza clásica china, La Gran Época entrevistó a Vina Lee, coreógrafa y bailarina principal de la Compañía de Representación de Artes Divinas, hoy por hoy la única compañía de danza clásica china que rescata los valores tradicionales en sus representaciones. Esta compañía nació en Estados Unidos y está de gira por las principales ciudades del mundo con su Spectacular de Año Nuevo Chino. Vina nos explica:
“La danza china pone énfasis en “los gestos corporales” y las “connotaciones gestuales”, y expresa una característica fundamental de la cultura tradicional china, la cual consiste en unir gesto y espíritu. El espíritu de uno dirige el movimiento, y los movimientos comunican el espíritu. Por supuesto, para poder transmitir el espíritu mediante un movimiento, el bailarín necesita un riguroso entrenamiento, tanto en la parte física como en la espiritual, ya que los movimientos no sólo necesitan ser certeros y precisos, también deben ser sutiles y capaces de comunicar el espíritu. Esto requiere que los bailarines tengan un estado mental adecuado, y también que sean capaces de dejar que el espíritu guíe los movimientos, para controlar con precisión cada parte del cuerpo. Al perfeccionar su cuerpo físico y habilidades, los bailarines también necesitan perfeccionar su carácter moral y fuerza de voluntad”.
La técnica
Las características de la danza clásica china son la elegancia y la nobleza. Sus movimientos fundamentales enfatizan los brazos, los ojos, el cuerpo, el trabajo con los pies y la coordinación. La coordinación se refiere a coordinar los brazos, los ojos, el cuerpo y los pies. Para realizar una danza china, uno debe ser experto y hábil en todos los puntos mencionados. Los movimientos deben ser fluidos, gráciles y agradables a la vista.
“Una bailarina debe ser como una flor de loto deslizándose en el agua. Debe tener una figura recta y alta, como el tallo de una flor de loto. Sin embargo, los movimientos deben verse naturales y sin esfuerzo. Un bailarín debe caminar con las puntas de sus pies hacia afuera y con sus rodillas ligeramente flexionadas”, explica Vina.
La danza clásica china es diferente del ballet occidental. El ballet enfatiza las líneas mientras que la danza clásica china enfatiza la armonía y el movimiento circular. Por ejemplo, los “dedos de orquídea”, una posición típica de la danza china, requiere que los dedos estén ligeramente arqueados y los hombros ligeramente flexionados. Un bailarín nunca mantendrá sus brazos extendidos a menos que sea un acto en el que condena a alguien.
Al igual que el ballet clásico occidental, la danza china es una disciplina muy exigente que requiere de una gran preparación, aunque la técnica es diferente. “Aunque en la danza china también hay ejercicios como los del ballet, sobre una barra o en el piso, los métodos básicos de expresión difieren: una bailarina de ballet extiende la línea de su cuerpo; la danza china, en cambio, expresa las líneas de diferentes maneras. En las danza clásica china, los bailarines pueden necesitar inclinar sus cuerpos, formar un círculo con sus brazos o flexionar sus piernas para expresar diferentes líneas. Cuando alcancen los requisitos exactos de los movimientos, expresarán la elegancia de la danza china. Debido a la amplitud de los movimientos, la danza china permite retratar una amplia gama de personajes, sentimientos y personalidades”.
Además, hay otras técnicas importantes en la danza china, tales como el círculo, el giro, la inclinación y la flexión. Explicaremos un poco estas técnicas.
La flexión se refiere a que un bailarín debe mantener sus rodillas ligeramente flexionadas, si no, luciría como si sólo estuviera caminando por el escenario y no podría representar ningún personaje. Estos son los detalles que los bailarines chinos deben practicar una y otra vez.
Inclinación significa que una bailarina no debe estar parada en el escenario como si fuera una estaca. Su cuerpo debe moverse como el tallo de un loto balanceándose suavemente con la brisa para presentar la belleza natural del cuerpo humano.
“En la antigua china, cuando una doncella veía a un hombre, se ruborizaba inmediatamente. Entonces, se cubriría el rostro con su manga y bajaría la cabeza. Esa es la elegancia natural de una dama china. Con estos detallados movimientos corporales, la audiencia sabrá qué hay en su mente. Un bailarín debe mostrar valor y heroísmo en sus movimientos y sus ojos también deben mostrar el espíritu necesario. Sólo incorporando espíritu, elegancia, forma y movimiento corporal es que un bailarín será capaz de expresar en su totalidad el estilo y la elegancia únicos de la danza clásica china”, nos cuenta Vina, dejando en claro que para lograr una buena interpretación, un bailarín necesita mucho más que una buena técnica.
Al igual que con otras artes, en China la danza no se transmitió en forma sistemática como en occidente, es decir, no existían academias ni institutos especializados para aprender las técnicas. En los diferentes periodos de la historia china, eran los guerreros quienes realizaban las danzas, sea para el público en general o para el mismo Emperador, y hacían movimientos, giros y ataques con técnicas de artes marciales. No es casual que el ideograma “wu” en la palabra “wu shu” (artes marciales) se pronuncie igual que el ideograma ? “wu” en la palabra “wu dao” (danza), y no sólo eso: si se utiliza el ideograma “wu” de “wu shu” en un contexto suave, se refiere a la danza, y al mismo tiempo, el ideograma “wu” de “wu dao” en un contexto agresivo se refiere a las artes marciales.
Por esta razón, las técnicas avanzadas de la danza china incluyen derribes, saltos y vueltas que son más difíciles de hacer y requieren una mayor maestría técnica que los del ballet clásico. También, al no haber habido una enseñanza sistemática sino hasta en los últimos tiempos, la danza china tiene muchas más posibilidades de creación que el ballet clásico, ya que cuenta con más movimientos y una historia de 5.000 años de la cual se pueden contar muchas cosas. “Esto la diferencia del ballet, ya que éste cuenta con un número determinado de movimientos, y si uno se sale de éstos, ya no se considera ballet. En cambio, la danza china no pone límites con respecto a los movimientos, en ella lo verdaderamente difícil es lograr el perfeccionamiento de la técnica y el estado mental apropiado para transmitir todo el significado del espíritu con un solo movimiento”, detalla Vina.
El componente yun
Claro que entre la danza china y el ballet clásico hay todavía otra diferencia que no se trata solamente de las técnicas, sino de algo más profundo, que los chinos llaman “yun”. Este “yun” se trata de una característica cultural innata, y es particular de cada etnia, como si la herencia cultural estuviera impresa en los genes. Esto es otro reflejo del entendimiento chino de que cuerpo y espíritu son lo mismo, ya que este “yun” es el reflejo de la etnia de una persona en sus movimientos y carácter, algo que en occidente se consideran cosas diferentes.
Este “yun” es tan profundo y propio de cada etnia, que aunque un occidental se criara en China y aprendiera la danza desde pequeño, nunca podría representarla igual que un chino, porque este “yun” se manifiesta en cada movimiento, incluso en los más simples como levantar un brazo o una pierna y las expresiones faciales. Esto es porque “yun” no es algo que se pueda aprender, sino que viene heredado por la historia cultural de la propia etnia, como un lazo que une a la gente a través de la historia.
Lamentablemente, estos conceptos esenciales se han perdido hoy en día en China, especialmente después del movimiento comunista de la “Gran Revolución Cultural” en la década de 1960, todos los conceptos culturales tradicionales fueron perseguidos y la gente ya no reconoce estos legados milenarios. Como resultado, la producción artística de los últimos cincuenta años en China perdió su significado original, y refleja al mismo tiempo la gran decadencia moral que ocurre en China desde que el Partido Comunista asumió el poder. Esto, sumado a la gran influencia del arte occidental en China –arte que también sufrió el impacto de la decadencia moral y la desviación de los valores tradicionales– hicieron que la verdadera cultura china quedara enterrada y casi olvidada.
“En la creencia tradicional china, los emperadores que guiaban al país eran colocados en sus posiciones por su sentido de respeto, justicia y responsabilidad, y tenían la aprobación del Cielo. Pero desde que asumió el Partido Comunista en China, la gente fue forzada a olvidar todo eso”, cuenta Vina, explicando también por qué considera que las actuaciones de Artes Interpretativas Divinas son tan importante tanto para que los chinos recuperen su tradición como para que los occidentales descubran esta maravillosa cultura.
“Mediante estas actuaciones buscamos mostrar a la audiencia los valores tradicionales de la cultura china, la nobleza, la rectitud, el decoro. Con esto aspiramos a demostrar que hay una esperanza de recuperar los valores tradicionales y de detener la acelerada decadencia moral mundial. Nosotros creemos que los dioses nos han legado una herencia preciosa, una cultura única que lamentablemente se ha perdido, tanto en Oriente como en Occidente”, comenta.
Reconocer el “yun” que los dioses dejaron en nuestro interior es esencial para que podamos recordar quiénes somos verdaderamente. El arte puede ayudarnos a recordar, y eso es uno de los roles que está jugando estas interpretaciones de danza clásica china.