RECORDANBDO A CARLOS MATCHELAJOVIC EN LA TRANSMISIÓN DE LA ENSEÑANZA DE GURDJIEFF
43.-EMOCIÓN EN LOS CENTROS 29/6/86
Algunos de Uds. ya tienen el cuello de la botella tapado y en este caso el pobre Dios está con toda su abundancia…
Hoy vamos a hablar sobre la emoción en mis centros. En realidad se trata del ¿cómo abrir las partes medias de los centros, partiendo de la parte bien conocida que el hombre tiene varios centros?
Tenemos centros con una parte exterior que es la parte mecánica o la parte instintivo-motriz y tenemos una parte emocional propiamente dicha en cada centro, excepto tal vez el sexual, el sexo, tiene una parte mental del mismo centro. La dificultad es que nosotros no nos conectamos realmente con la parte emocional y mental, porque nos quedamos en la parte mecánica-exterior. Esta parte mecánica-exterior, tal vez recuerden un diagrama de Nicoll o también en el pequeño libro de Ouspensky, tiene subdivisiones, la parte mecánica todavía se subdivide en una parte instintivo-motriz, en una parte emocinal y en una parte mental. Y allí prácticamente se pasa la vida. Dentro de esto figura también el aparato formatorio, las pequeñas emociones, que en realidad no son realmente emociones sino que son auto-emociones. Yo me auto-emociono con pequeñas reacciones que tengo frente al mundo, frente a mi drama, etc. No son emociones que puedan conectarse con una parte más alta y mi parte motriz también está basada sobre muchos reflejos; es decir las caras que muestro al mundo, mis gestos con los cuales me muestro en el mundo. Todo esto funciona mecánicamente, esa es la forma que aparece en el mundo frente al mundo, la piedra no labrada todavía, la piedra en bruto. En el centro emocional es igual, también tiene una parte mecánica que se subdivide en una parte propiamentre motriz, donde hay pequeñas imitaciones, todos mis gestos, toda mi manera de moverme está basada en el placer de imitar a estrellas de cine, a la abuela, a una figura de la TV, y muy pronto van a aparecer muchos gestos “maradonizados” seguramente, y hay pequeños chistes que me gustan, un humor barato, una emoción que he llamado auto-emoción.
Así podría seguir con el centro motor que también tiene subdivisiones. Tiene una parte que está conformada prácticamente por pequeñas imitaciones del centro, imitaciones inconscientes y una cierta capacidad de aprender; como mi mente tiene en la parte mental, la parte mecánica una cierta habilidad de hacer cosas técnicas, que apreciamos tanto aquí en la quinta del Trabajo. En el centro motor también hay una cierta habilidad de aprender ciertos movimientos y hasta ahí normalmente llega la gente en los Movimientos. Ahí se contentan. ¿Pero qué es lo que sucede? Que por gran parte falta la parte media de los centros, la emoción en el centro emocional, en el centro mental, y el goce en la parte del movimiento y en ciertas danzas, donde esto no tiene vida propia porque está impedido por una negatividad subyacente que la arrastro por la parte mecánica. En la parte mecánica de mis centros se mantiene constantemente una negatividad subyacente, casi una susceptibilidad, y que nadie ofenda mi imagen, es decir, la consideración interna. En realidad el centro emocional puede abrir, puede aparecer una emoción que tenga realmente un carácter hacia arriba, por ejemplo la música de Movimientos puede generar en mí un sentimiento de religiosidad, en el sentido que hay algo más grande que mi pequeño mundo psicológico, de mis pequeños altibajos en la parte mecánica. En los Movimientos si realmente me abro, también puede acompañar el gusto del movimiento que siento después con el centro emocional con un sentimiento de religiosidad que Gurdjieff muchas veces reclama que sea transmitido a la gente y que en realidad no se respeta porque no se llega a esta parte, porque uno se contenta con lo pequeño, uno siempre se contenta con los platos de lentejas, en el sentido que en nuestra vida psicológica vendemos nuestra primogenitura de acceder a tener emociones altas por ellas.
Esta parte media de los centros tiene la capacidad de conectarse con la parte baja mecánica y diluirse en ella o puede conectarse con la parte alta. Eso significa que nosotros tenemos una parte alta de los centros donde está la verdadera emoción alta y donde se encuentra también la creación artística, no la creación artística fantasiosa y surrealista o con asociaciones personales, con historias personales sino con algo más alto donde hay algo realmente creativo que se conecta con la mente, mente y corazón se unen y en la parte mental existen los grandes inventos, los grandes pensamientos. Pero si esto se queda así… se mezcla otra vez con la parte mecánica y no con la parte emocional, queda frío porque la ciencia no tiene corazón, la ciencia no tiene conciencia moral por eso vemos en todo nuestro mundo humano, la ciencia está al servicio de la fabricación de armas letales, productos químicos letales para la guerra química, es decir para la destrucción sin conciencia porque se lavan las manos, es otra vez mecánico, es un tope, porque se dicen: “yo no voy a usar esta arma, pero la desarrollo”. Así es el mundo en grande y así es mi mundo en pequeño.
La parte alta de los centros, que llamamos la parte interior es en realidad la parte más interior, porque la parte mediana y la parte exterior es el mundo de los sentidos, de la parte mecánica de los centros; también podemos llamar a esto la parte exterior, la parte sensual, la parte que va con nuestros sentidos, la mente que solamente cree lo que ve con los sentidos, entonces siempre estoy en el mundo exterior, atrapado por él y moviendome en un nivel bastante mecánico, y la parte interior sería la más alta. Esta parte tiene en realidad una función muy grande, que es la posibilidad de conectarse con los centros superiores. Nosotros no pensamos en esto y con razón porque no estamos conectados con los centros superiores pero para no quedarnos eternamente en una palabra hay que comprender que con la parte media e interior de los centros se forma un puente hacia los centros superiores. La parte mecánica no puede conectarse con los centros superiores y si se conecta no lo comprende, es otro lenguaje, porque es un lenguaje simbólico, un lenguaje que no corresponde a la lógica de nuestra parte mecánica de la mente.
Esto es muy importante, porque en última instancia el hombre está en el mundo para que se fabrique algo en él o crezca algo en él: que se llama alma. A todos Uds. les han inculcado la idea que Uds. tienen un alma y después hay un cielo y un infierno y así lo despachan automáticamente… pero eso es muy cuestionable. Todas las enseñanzas antiguas confirman en realidad que esta alma no existe, que no puede ser que en este pequeño mundo de nuestras emociones, de nuestras auto-emociones haya realmente un alma y que tenga la capacidad de una cierta inmortalidad. No puede ser. Gurdjieff habla que el hombre puede formar su alma, esta alma sería un alma consciente, que es muy diferente de lo que normalmente llamamos alma, que es un conjunto de emociones beatas y baratas. Esta alma solamente puede formarse a través de las partes medias e internas de los centros. Llamar a mi emoción y mis sentimientos es en realidad comenzar a cultivar en mi mismo algo que pueda ayudarme en la dirección de formarme un alma. Eso puede ser doloroso, pero una vez formada Gurdjieff nuevamente dice: “Bendito el hombre que tenga y bendito el hombre que no tenga”, porque este hombre no se hace problemas, el vive con la teoría inculcada por su iglesia o su creencia que ya tiene un alma y que no tiene que hacer nada sino solamente mantener una conducta exterior y que eso es suficiente. Para crear el alma hay que mover otras energías. Si no muevo mi emoción, muevo siempre energías relativamente bajas y densas. Eso es nuestro pequeño mundo de emociones y de pensamientos.
Quisiera proponer a todos Uds. que se sientan por aludidos, incluyéndome a mi mismo, porque puede ser que alguno ya con estas palabras mías, han caído en una parte de vanidad. Orgullo, vanidad, amor propio, está todo bien para los otros pero no para mí. Hagan un exámen de conciencia en este mismo momento y digan: Eso también soy yo. Me hace falta abrir las partes medias de los centros para que con otras energías me pueda conectar con el Hidrógeno de la emoción que representa una vibración, un nivel de vibraciones. Este H24 no viene por si mismo, no es un H que corresponde a mi reacción emocional, porque toda mi emoción es reactiva, lo que realmente podría ayudarme al escuchar la música de Palestrina o la música de Gurdjieff, puede generarse un nivel de vibración o de energía que es diferente a mis asociaciones personales. Eso ya sería el H24 y 24 es en realidad el puente hacia los centros superiores que funcionan con H12, emociones superiores, es decir algo fino, y que normalmente alcanzo solamente por chispazos por momentos de gracia, después me olvido la gracia y estoy en lo ordinario otra vez. Todavía puedo aún más alto, más lejano, el H6. Esos centros tienen un lenguaje que para nosotros normalmente son ininteligibles porque no se expresan con la lógica común, con el lenguaje común. El testimonio de esto son en realidad los grandes mitos de la humanidad, los grandes símbolos geométricos, etc. ¿Pero qué pasa? Todo esto ha sido víctima de la literatura oculta, de la literatura explicativa, entonces uno lee los mitos sin saber, sin darse cuenta que tienen un contenido de un mensaje mucho más alto, los toma al pie de la letra así como nosotros tomamos los Evangelio o la Biblia. Estamos en la parte mecánica que interpreta y es un paso muy difícil verlo en una forma simbólica para poder comprender que tal vez no había ahí “vino de Canaan” sino que el significado es un lenguaje simbólico y este lenguaje nos puede tocar una parte emocional. Allí hay un puente donde mi emoción se dirige hacia el lado interior, más alto haciendo ese puente hacia los centros superiores o volver a mezclarse con la parte mecánica y manteniendome en el nivel en el cual he comenzado.
Carlos Matchelajovic