MEDITACIÓN
Bhavana
Samatha
Vipassana
E n las enseñanzas del Buda al hablar de meditación se habla de bhavana, que significa "cultivo" o "desarrollo". Se identifica con precisión como el cultivar y desarrollar las propias capacidades psicomentales para superar la insatisfactoriedad de las circunstancias internas y externas que son consecuencia de una expectativa basada en una percepción erronea e incorrecta de la realidad.
Este cultivo o desarrollo tiene esencialmente por objeto corregir esa percepción erronea e incorrecta, y su práctica comprende dos grandes ramas denominadas respectivamente Samatha y Vipassana.
Samatha es sinonimo de calma mental y tranquilidad y Vipassana de conocimiento directo, intuición.
Se considera que los métodos derivados de Samatha sirven normalmente para preceder y preparar las meditaciones Vipassana.
Vipassana es una técnica de auto-discernimiento basada en la observación de la mente y la materia y sus aspectos de impermanencia, insatisfacción y falta de una esencia inherente e independiente o "yo".
Entonces el practicante entra en un sendero en el que la vida se muestra ante sus ojos tal cual es, se halla a sí mismo y comienza a desarrollar paz verdadera.
S amatha, "meditación de la serenidad" como se le llame, persigue la realización de estados de conciencia que se caracterizan por un grado cada vez más elevado, gradual y progresivo de serenidad, calma, sosiego y tranquilidad de la mente.
Comprende dos factores: la consecución de un máximo grado de concentración mental y el apaciguamiento de los procesos psicomentales. Esto se realiza mediante una concentración progresiva de la atención en la que la mente, replegándose sobre sí misma, va excluyendo todos los estímulos sensoriales y los procesos mentales de la consciencia.
En la meditación Samatha se distinguen ocho grados progresivos de abstracción o absorción mental, llamados Jhanas, que en pali significa literalmente "meditaciones" o "contemplaciones".
V ipassana está compuesta del prefijo vi, "varias", y passana, "ver"; significa literalmente, "ver del todo", "ver a la perfección", o ver las cosas integralmente, cabalmente, tal y como son. Vipassana nos lleva a la percepción de las tres características de todos los fenómenos: impermanencia (anicca), insatisfactoriedad (dukkha), e insustancialidad (anatta). Vipassana a diferencia de la meditación de tranquilidad (samatha) conduce a la penetración de estas tres características de todos los fenómenos, a la verdadera característica del mundo condicionado y al Nirvana
La mente del ser humano está empañada, hay muchas impurezas, trabas, engaños, e impedimentos en la mente, que la visión que surge de la misma es inevitablemente condicionada y, por lo tanto, distorsiona aquello que ve y percibe. Lo visto no es apreciado como tal y mucho menos en su modo final de ser. Lo visto es falseado por una percepción turbia, la interpretación y la imaginación. Los condicionamientos de la mente perturban la percepción, oscurecen la visión y traban la comprensión real. Una visión oscurecida encadena en lugar de liberar y retroalimenta en la mente las llamadas tres raíces de lo perverso: avidez (lobha), odio (dosa) y ofuscación (moha), impidiendo que se desplieguen las tres raíces de lo provechoso: no-avidez o desprendimiento (alobha), no-odio o amor y compasión (adosa), y sabiduría o claridad (amoha).
El oscurecimiento mental aviva los autoengaños, las tensiones, los venenos y los obstáculos mentales. Una mente en estas condiciones no es provechosa ni para la vida cotidiana ni para la búsqueda de lo incondicionado, se anega en sus propias contradicciones sin conciliar, y una mente así ve lo permanente donde sólo hay transitoriedad, lo sustancial en lo insustancial y lo placentero en lo insatisfactorio. Es una mente incapacitada para ver, captar y comprender cómo surgen y se desvanecen los fenómenos existenciales. Se extravía en las dualidades y se instala en los impedimentos mentales como: la ilusión de un ego permanente, la duda escéptica, el apego a los ritos, la malevolencia, la concupiscencia y otros.
Porque la mente no dispone de una visión clara, no es capaz de captar las tres características de la existencia, esas características básicas de todos los fenómenos según las enseñanzas del Buda: la insatisfacción o sufrimiento en su más amplio sentido (dolor, pena, aflicción, tribulación, etcétera), la impermanencia o transitoriedad, y la insustancialidad o ausencia de una entidad permanente o estable. En el universo de lo condicionado todos los fenómenos, según apreció el Buda, son insatisfactorios, impermanentes y sin entidad. La sabiduría liberadora, capaz de poner término al sufrimiento, sólo puede emerger desde la pureza de la mente, que permite apreciar las cosas tal y como son, sin enmascararse con juicios y prejuicios, condicionamientos, e interpretaciones u opiniones.
En el Sayutta Nikaya, el Buda dice:
"No hay fenómeno, ni sensación, ni percepción, ni actividad mental ni especie ninguna de conciencia, que sean permanentes, estables, eternos e inmutables. En esto concuerdan todos los sabios del mundo y esto es lo que yo también enseño."
En el Aguttara Nikaya el Buda dice:
"Tanto si hay en el mundo Perfectos como si no los hay, los hechos son incontrovertibles y la ley de causa y efecto es siempre la misma: todo lo constituido es impermanente, todo lo constituido entraña sufrimiento, todo es sin entidad. Es decir, que todos los fenómenos materiales, todas las sensaciones, todas las percepciones, todas las actividades mentales, todo lo que constituye la conciencia, todo es impermanente, todo entraña sufrimiento, nada tiene entidad."
La práctica de meditación de la visión cabal Vipassana produce un cambio radical en nuestra vida privada y en nuestra manera de vernos a nosotros mismos y a los demás. Se convierte en la herramienta idónea para despertar nuestra mente y liberarla de contaminaciones.
La meditación Vipassana disuelve y al final elimina la tensión, la frustración y el sufrimiento que contaminan y oscurecen nuestras vidas. Su práctica despeja la mente de contaminantes y va paso a paso aumentando las condiciones para una completa salud mental, restituyendo así en nosotros el amor por todos los seres vivientes. De manera directa y simple, la técnica se orienta a observar la actividad mental en forma natural, sin reacción, sin juicio y sin apego a nada, con Atención Plena y Comprensión Clara de lo que está sucediendo en el presente. Vipassana nos muestra el arte de vivir momento a momento.
Durante el proceso no se elimina ninguna actitud mental que surja en la conciencia; los fenómenos físicos y mentales se observan tal cual son en su propia naturaleza, a diferencia de como reaccionaríamos en nuestra vida diaria. Realizada con esfuerzo pero de manera suave y gentil, la práctica nos lleva paso a paso a aclarar el funcionamiento de los procesos de nuestra mente, surgiendo en ella de manera espontánea el conocimiento.
Vipassana nos enseña a ver cómo somos y cómo podríamos llegar a ser. Es la luz que ayuda a iluminar la sima profunda y oscura de nuestra ignorancia; la barca segura para cruzar de la orilla de la ilusión a la de la realidad; puente hacia la última verdad que es la única que nos proporciona el verdadero consuelo.
La meditación Samatha busca la paz mundana siguiendo las jhanas y tiene al mundo de Brahma como su último y más alto destino.
La meditación Vipassana persigue una paz supramundana, que es la paz que está libre de este mundo y tiene al Nirvana como su más alto destino/objetivo.
La meditación Samatha toma un concepto (paññatti) como objeto de meditación; esto es, toma como objeto de meditación a las cosas que el mundo supone y etiqueta como "es esto o aquello", tal como las 10 kasinas por ejemplo. En contraste, la meditación Vipassana toma la última realidad (paramattha) como su objeto de meditación; esto es, se concentra en rupa y nama (cuerpo y mente) o los 5 agregados, que son verdaderos y reales.
Al practicar la meditación Samatha, uno necesita considerar el temperamento predominante de uno mismo.
Por ejemplo:
aquellos que tienen un temperamento predominante lujurioso (raga-carita) deben desarrollar la meditación en la totalidad de su cuerpo (asubha). aquellos con un temperamento predominante de odio (dosa-carita) deben desarrollar la meditación de amor-amistad (metta).
aquellos con un temperamento predominante frustrado (moha-carita) deben desarrollar la atención en la respiración.
aquellos con un temperamento predominante fiel (saddha-carita) deben reunir las virtudes del Buda.
En cambio, la meditación Vipassana, es conveniente para todo tipo de individuos, independientemente de su temperamento.
La meditación Samatha sólo puede purificar la mente de manera temporal, en cambio la meditación Vipassana puede purificarla permanentemente.
La meditación Samatha no es capaz de guiar a sus practicantes a la realización y el Nirvana, pero sí puede guiarlos a la obtención de poderes supernaturales mundanos (lokiya abhiñña), como el iddhividhi (la habilidad de desarrollar poderes psíquicos, volar, caminar sobre las aguas, volverse invisible, acortar distancias y sumergirse en la tierra), el oído divino, el ojo divino, la habilidad para leer las mentes de otros (cetopariyañana), y la habilidad para poder recordar vidas pasadas (pubbenivasanussati-ñana).
La meditación Vipassana no se orienta a la obtención de estos poderes supernaturales mundanos, y si puede guiar a sus practicantes a la realización y al Nirvana.
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