Recordando a Carlos Matchelajovic
EL RITMO I 2/12/1984
….Hay una cita en la cual el Cristo lleva a sus discípulos al baile, en cierto momento del texto el Cristo dice: “Quien no danza no conoce el evento”. Difícil captar ¿no?
Sobre el ritmo se podrían escribir libros. El ritmo tiene una relación muy importante con el tiempo porque viene de la palabra FLUIR. Tiene un lugar muy especial justamente relacionado con los movimientos corporales, especialmente con la música y con la danza. Música y danza siempre han sido hermanas. La música en última instancia es movimiento. Entonces el ritmo fluye, pero fluye en forma periódica, eso es importante.
¿Pero qué significa esto? Que el tiempo ya no es caótico, ya no es indefinido. De lo atemporal, para llamarlo así entramos en un ordenamiento temporal por números. Se dice en la Biblia, que Dios ha dispuesto en número, medida y peso. El ritmo es un número, el ritmo puede ser contado en dos, en tres, en cuatro y a eso llamamos un período, hasta en cinco, en siete, y este período se repite pero fluyendo.
Debido a nuestra educación y a nuestro concepto estatico, elemental del tiempo, tenemos una rara costumbre: nos miramos, nos vemos hoy, y no nos damos cuenta que no soy el mismo que el domingo pasado, o el día pasado o hace una hora. Algo en mí ha fluido, en mi respiración, en mi pulso que se ha movido, en mi ritmo, o en mi arritmia que es lo opuesto al ritmo, también la arritmia es un movimiento.
Por la conceptualización nuestra, nos hemos acostumbrado a vernos siempre en la misma forma, hasta que uno no cambia de moda, de lapiz labial, se pinta las cejas y los párpados también, o uno cambia su corte de pelo, entonces no vemos algo diferente.
Inmediatamente reducimos: ¡Ah, tiene otra camisa!, pero es la misma cosa, entonces nosotros no vivimos normalmente en un ritmo, pero vivimos en una mente estancada, en realidad una mente discontinua, que salta de una cosa a la otra y toma todos los eventos en el mismo lugar y en el mismo tiempo.
Esta perspectiva nuestra nos impide que pueda sentir el ritmo, a menos que vaya al aire libre en la playa, jugando, haciendo ciertos deportes, en la música o en el baile.
Pero también en la música, hay muchos músicos con nombres muy grandes, y muchos músicos que tocan durante veinte o treinta años y tal vez nunca han llegado al ritmo, han llegado a contar los compases de la mente: 1,2,3,4; 1,2,3,4, pero no en el sentido de lo que llamamos anacrucico como muchas veces en los Movimientos les pido; es decir, que un ritmo fluye en el otro, que el flujo no se interrumpa, que no entre nada entrecortado entre dos Movimientos y entre dos compases. Es como una concatenación de los distintos ritmos, el ritmo sigue fluyendo y nunca termina: entro y salgo sin principio ni fin, pero corto constantemente el flujo de mi respiración, por eso mi respiración no tiene ritmo, está entrecortada por mi historia personal, por mi drama personal, por mi estado actual de ánimo. Ese estado de ánimo, puede ser bastante prolongado, permanente. Lo mismo mi pulso también está influido, mi pulso debería ser un ritmo, lo medimos en minuto, en segundos, etc.
El hombre siempre ha tenido esta relación con el tiempo para poner ritmos o ciclos . este ritmo es de onda, como nuestra respiración es una onda, tiene una diástole y una sístole. Según mi tipo y según mi historia personal, según mi drama personal, según mis negatividades, mis excitaciones, etc. puedo tener una fase siempre corta y otra más larga, es decir: no hay armonía entre las dos fases, entre la diastole y la sístole, entre la expansión y la contracción.
El ritmo es igual, hay una parte en el ritmo, hay una parte que llamamos arsis y tesis, un levantar y poner. como hace varios siglos hasta el siglo pasado no habían realmente conductores de orquesta, sino que delante de la orquesta había un hombre que tenía un bastón y con la cara hacia el público estaba levantando arsis y tesis, ese ritmo era el conductor de orquesta. Esto tiene arsis y tesis, (lo demuestra). Esto tiene arsis y tesis, una levantada y una bajada, y eso está muy relacionado con la respiración: la diástole y la sístole.
Si tengo un ritmo no hay problema, puedo expirar e inspirar sin dificultad, sin entrecortar, y mi pulso puede dar en su ritmo normal según mi organismo y según mi síndrome general de todo el funcionamiento de mi organismo.
Esta historia personal y mi drama personal, la educación del tiempo, la masificación, las máquinas y el desarrollo técnico han llevado a la humanidad a un alto grado de arritmia. Arritmia también significa disarmonía, el ritmo falla y no puede entrar la armonía, como tampoco la melodía…Al ritmo lo acompaña una melodía y los dos, según un activo y otro pasivo, a otro pasivo sigue otro activo. Pueden buscar para llamarlo así una tercera fuerza, la armonización en intervalos, en ciertas relaciones que son objetivamente numéricas, otra vez número, esa armonía también es relación de números, no en el sentido cuantitativo sino en el sentido cualitativo.
Esta arritmia también la llevamos en nosotros como los niños de nuestra época. El postulado de Gurdjieff sobre “El desarrollo armónico del Hombre” presupone el desarrollo el desarrollo rítmico del hombre, si no hay ritmo no puede aparecer la armonía. Si solamente hay emoción también es cuestionable, entonces necesito a mi emoción como melodía, mi cuerpo como ritmo y la totalidad interior como armonía.
¿cómo es nuestra situación? Parece desesperada pero tengo algo a favor: que el ritmo intrinsecamente esta en mí, presente como algo que busco, algo que me hace falta, por ejemplo: cuando les dije en el momento cuando escuchabamos la musica de Pergolesi, sientan el ritmo con el cuerpo, especialmente con el vientre y con el diafragma. Tal vez algunos ya han sentido esto ¿no?. Y hay una cosa muy mecánica de manifestar esto: es decir moviéndose con el cuerpo y como el ritmo está electrizando el cuerpo un poco, ya la gente comienza a hacer toda clase de movimientos con la cabeza, con los pies, con la planta del pie o con los dedos. Eso es conocido y muy visible hasta en los conciertos.
Hay algo en nosotros que tiende a hacer eso, que busca el ritmo. Si yo intencionalmente, en cada trabajo que hago evoco en mí algo en la dirección rítmica, es decir, de dar a un trabajo un cierto ritmo aunque este sea muy mecánico; y puedo sentir este ritmo en mí y conectarme con él; en este momento algo cambia esencialmente, me siento más libre, el ritmo es como el gran ritmo que me lleva.
Algunos han leido en Fragmentos sobre los cosmos y la parte que Ouspensky estaba agregando: un largo del aliento es tiempo.
Si yo acompaño este trabajo con mi respiración en forma rítmica puedo conectarme con un gran ritmo. ¿qué es ese gran ritmo? Me conecto con día y noche, con el cosmos, con todo y eso es expresable en números. Normalmente se da el número 72 para el ritmo cardíaco y esto dan días enteros y años y hasta los grandes ciclos de los hindúes. Esto parece como un gran tejido matemático dentro del cual se mueve el ritmo y dentro del cuál se mueve también mi vida, hasta mis células que están influenciadas por mi respiración, por mi sangre, por el latir de mi corazón. Hay un alto efecto psicosomático que evidentemente realimenta mi estado emocional y mi situación mental. Si estoy en ritmo estoy menos sometido al impulso de los reflejos condicionados. Los reflejos condicionados tienen la tendencia de ser siempre abruptos y arrítmicos. El ritmo es como una gran preparación para mayor sensitividad; y más sensitividad hay, más cerca me encuentro de la energía de la conciencia misma.
Todos han sentido ya algo de esto cuando caminan en forma rítmica. Todos han sentido esto cuando repiten un Movimiento.
Aquí podemos terminar poniendo el postulado que en realidad es nuestra situación más acuciante: necesito ritmo, necesito desesperadamente la introducción del ritmo en mi vida para llegar a un posible desarrollo más armónico. Y lo que coopera más en todo esto es mi cuerpo, si mi cuerpo coopera tiene su resonancia en la emoción y en la mente. Así puedo llegar a algo más integral.